La numerosa flota española que ha acudido a Río 2016, representada en nueve de las diez clases incluidas en el programa de estos Juegos Olímpicos, ha ido decreciendo en embarcaciones y ya sólo quedan cuatro, mientras que las otras cinco se ha despedido con un sinsabor generalizado. Especial fue el desencanto del quinto puesto conseguido el domingo en la 'Medal Race' del RS:X femenino por la sevillana Marina Alabau, quien también se situó quinta en la general y que hasta el final estuvo en la lucha para subirse al podio y sumar una nueva medalla que unir al oro que logró hace cuatro años en Londres 2012 en las aguas de Weymouth.
Marina no pudo lograr su objetivo de sumar para la vela una nueva medalla en la historia de los Juegos y así engordar el palmarés olímpico de este deporte, el que mas ha aportado metales a España, diecinueve hasta ahora. Iván Pastor también entró en la 'Medal Race' del windsurf olímpico y, aunque su ilusión era la de haber peleado por las medallas, al final no logró otro de sus objetivos, que como mínimo era el octavo puesto que le diera un diploma que se le resiste. El alicantino concluyó así noveno en sus cuartos Juegos después de que en Atenas 2004 fuera duodécimo, en Pekín 2008 también noveno y en Londres 2012 decimosexto.
Ambos windsurfistas estuvieron cerca pero se quedaron a las puertas y ahora, con 31 y 36 años, respectivamente, tendrán un periodo de descanso y reflexión para plantearse seguir en la lucha por estar en los siguientes Juegos, los de Tokio 2020. También llegaron con buenas perspectivas a Marina de Gloria, sede de la vela en la bahía de Guanabara, Fernando Echávarri y Tara Pachego con el Nacra 17, nueva clase para 2016 y novedosa al compartir el barco tripulantes de ambos sexos.
El cántabro residente en Pontevedra y la grancanaria afrontaron sus terceros y segundos Juegos, respectivamente, y en el caso de Echávarri con el oro que consiguió en la clase Tornado en Pekín, pero entraron en la competición brasileña con mal pie y aunque su progresión fue evidente no les dio para tan siguiera para entrar en la 'Medal Race' al quedarse undécimos en la general. Las otras dos embarcaciones que han acabado su historia en Río han sido las Láser, la Standard con Joaquín Blanco y la Radial con Alicia Cebrián. El grancanario, debutante olímpico, no tenía la presión por las medallas pero sí por luchar por entrar en la 'Medal Race' de los diez primeros, aunque su puesto 36 final en la general de los 46 inscritos se puede calificar como decepción.
La tinerfeña tenía experiencia de los Juegos de Londres pero tampoco entró en la regata final y se quedó en el puesto diecisiete de 37 participantes, alejada, ya no de las medallas, también de la posibilidad de meterse entre las diez primeras. Ya en la recta final de la vela en Río, la competición acabará el próximo jueves, aún quedan cuatro posibilidades de alegría, las que puedan dar los dos 49er. y los dos 470. Es más probable que lleguen con los 'skiff' que tripulan Támara Echegoyen y Berta Betanzos y el de Diego Botín e Iago López, quienes en el meridiano de la competición están en la entre los mejores y cumpliendo expectativas.
La gallega Echegoyen llega a Río con la medalla de oro lograda en Londres en el Elliot, que en esta edición de los Juegos no está en el programa, y con la cántabra Betanzos como tripulante, que también estuvo en Weymouth, hacen un dúo que compiten en Brasil como vigentes campeonas de mundo de la clase. Después están los debutantes en los dos 470, Jordi Xammar y Joan Herp y la primas Bárbara Cornudella y Sara López, a los que la juventud y falta de presión les puede venir bien para cerrar unos buenos Juegos.