La concentración tuvo lugar en la Plaza Mayor de Vila Real, localidad castellonense, y había sido convocada por amigos y conocidos del joven David Campayo, autor del incidente.
Fuentes de los organizadores aseguraron que este acto no defiende ningún acto racista y que todos los allí presentes lo condenan y entienden que por ello "se debe castigar al infractor", pero que no están de acuerdo con "el trato que ha recibido el joven por parte de los medios de comunicación".
Durante la concentración, que se realizó a las cinco de la tarde, los aficionados corearon todo tipo de cánticos en contra de los medios de comunicación por el "mal trato continuado y vejatorio" que a su juicio ha recibido el joven.
Las críticas a los medios fueron recrudeciéndose conforme avanzaba el acto, al entender que con el tratamiento de esta noticia se ha producido "un linchamiento" periodístico hacia este joven.