La semana pasada Enrique Ponce (49 años) nos sorprendía con su abrupta salida de Instagram tras muchos meses usando asiduamente la red social, donde compartía fotos y vídeos románticos con su novia, la joven Ana Soria (23). Y ahora, sin previo aviso, ha sido la chica la que también ha borrado su perfil.
Tras la salida de Ponce de Instagram se habló de rencillas con Paloma Cuevas, la exmujer, ya que dentro de poco se iban a reunir por la Comunión de una de las hijas de ambos. Más tarde, se habló de que el motivo por el que el torero eliminó su perfil fue únicamente laboral. A decir verdad, ninguna de las dos opciones cuadra, y más teniendo en cuenta que días después ha sido la propia Ana Soria la que también ha desaparecido de Instagram. Algo muy raro teniendo en cuenta que todas sus amistades están en la mencionada red social.
Ana Soria cumple el último deseo de Enrique Ponce (muy a su pesar)
La última teoría al respecto, y que explicaría la salida de ambos, se basa en la necesidad de anonimato por ambas partes. Enrique Ponce estaría harto de que se hablase de su relación actual, con Ana Soria, y pasada, con Paloma Cuevas, ya que quiere centrar su foco en su trabajo, que es el toreo.
Ana Soria habría seguido los pasos de su novio, incitado por él mismo, tal y como apuntan en Chic. La portada que protagonizaron ambos hace unos días, en la que aparecían teniendo una acalorada discusión, habría precipitado los hechos.
Ponce, harto de ser carne de cañón para la prensa rosa, le habría pedido a su novia que, por favor, saliese también de la red social, donde ella era tremendamente activa, pues compartía fotos de su día a día, de su novio y del perrito de ambos.
Ahora ya no podrá hacerlo, a petición expresa de Ponce. Algo que ella ha atacado por amor pero a regañadientes, según afirma el mencionado medio.
Una pareja fuera del foco
Con la salida de ambos de Instagram, desaparecen del foco mediático casi por completo. Mientras, su vida sigue, y lo cierto es que no les puede ir mejor. Ya viven juntos en un ático de lujo de cien metros cuadrados situado en una novena planta, con vistas al mar, a menos de un kilómetro de la playa de Almería. La zona donde está ubicado es una de las más modernas y cuenta con cafeterías y restaurantes, por los que ya se se les ve comiendo.
El nidito de amor del torero y la estudiante de Derecho tiene varias habitaciones, dos baños, un amplio salón y espaciosa terraza con vistas al mar. El piso lo alquilaron vacío a mediados de octubre para poder así decorarlo a su gusto. Se estima que sólo pagan 800 euros/mes.
Mientras tanto, el divorcio entre Paloma Cuevas y Enrique Ponce aún no se ha firmado, y queda por ver si finalmente él acude a la Comunión y si ambos se mantienen alejados de Instagram en pos de preservar su intimidad.