Ernesto de Hannover, de 67 años, podría haber encontrado el amor de nuevo en una mujer española, Claudia Stilianopoulos, de 48 años, lo que les llevaría a convertirse en una de las parejas sorpresa de este otoño.
El príncipe alemán, que continúa siendo marido de Carolina de Mónaco ya que aún no se han divorciado por temas de hrenrecia, y la hija de la desaparecida socialité y escritora Pitita Ridruejo -conocida por sus apariciones marianas- y del exembajador de Filipinas en Madrid y Londres, Mike Stilianopoulos, se conocieron en Ibiza este verano, en julio, y se han continuado viendo en septiembre.
Desde entonces, parece que la relación entre Ernesto y Clo -como la llamaba su madre y su círculo más cercano- fluye a la perfección ya que hace unos días fueron fotografiados en una salida nocturna por Madrid, donde se dejaron ver muy cariñosos y cómplices.
En la capital es donde también reside uno de los hijos de Ernesto, Christian, y su esposa, Alessandra de Osma, y los mellizos de la pareja.
La pareja está muy ilusionada, según aseguran personas de su entorno a la revista '¡Hola!', aunque apuntan que aún "es pronto para hablar de noviazgo" porque "todavía se están conociendo".
Así es Claudia Stilianopoulos, la nueva ilusión de Ernesto de Hannover
Claudia lleva una vida muy discreta aunque es una artista con reconocimiento internacional por sus esculturas monumentales.
Son famosos sus “muebles-esculturas” muchos de ellos se realizan con piezas recicladas que rescata de la calle.
En cuanto a su vida sentimental, está separada y tiene dos hijas nacidas de su matrimonio con el también artista Juan Garaizábal, fue una relación de casi 17 años y marido fugaz de María León.
¿Por qué siguen casados Carolina de Mónaco y Ernesto de Hannover?
Por su parte, Ernesto de Hanover sigue casado con la princesa Carolina de Mónaco a pesar de que se separaron físicamente en el año 2009, tras diez años de matrimonio y una hija en común, Alexandra, de 22 años.
Entre otras cosas no se han separado aún porque el problema de la herencia complica el divorcio.
Para que los hijos de Chantal Hochuli, la primera mujer de Ernesto de Hannover, hereden lo que les corresponde, implica que su padre debe dar el visto bueno a sus matrimonios, algo que no se ha producido.
Ernesto Jr., cuyo padrino es el rey Felipe VI, se casó con la diseñadora rusa Ekaterina Malysheva en 2017 y su padre no fue a la boda.
Tampoco etuvo conforme con el enlace de su hijo Christian de Hannover que contrajo matrimonio con Alessandra de Osma en 2018 en Perú. Aunque en esta ocasión, Ernesto sí asistió junto a la anterior pareja conocida que tuvo, la condesa Maria Madalena Bensaude, de origen portugués y separada de un aristócrata alemán.
Ernesto Jr. y Hannover mantienen una tensa relación debido al enfrentamiento que existe por las propiedades de la Casa de Hannover, al igual que la que Ernesto mantiene con su hijo pequeño, Christian.
La princesa Carolina no se fía de su marido ni de su salud mental
Por su parte, Carolina de Mónaco tiene muy buena relación con los dos hijos mayores de Hannover e incluso se ha posicionado a su favor en en legado que les corresponde.
Por ello, la princesa de Hannover no se separa ni divorcia para conservar el título y propiedades que heredaría el hijo mayor del príncipe alemán, Ernesto Jr.. Con esta maniobra, evita que Ernesto se case con otra mujer, y pasen de manos el título y propiedades de la Casa de Hannover, y que en el caso de que tuviera un hijo, que nombrara heredero a este, dejando sin nada a sus anteriores hijos.
Además, Carolina de Mónaco tampoco se fía de la salud mental de su marido Ernesto de Hannover ni de su toma de decisiones después de los diferentes altercados que ha protagonizado.
En un mes y medio fue detenido tres veces, una de ellas con ingreso obligado a un hospital psiquiátrico. Además de tener órdenes de alejamiento y numerosos altercados que ha protagonizado indican que no está en su máxima estabilidad mental y que sus decisiones y acciones son totalmente imprevisibles.
En los últimos meses, Ernesto parece que está un poco más recuperado de sus problemas de salud y de sus adicciones tras ingresar de manera voluntaria en la clínica Vivamyr de Austria para rehabilitarse de su alcoholismo.