Esther Doña, de 42 años, ha abandonado ya el palacio de 'El Rincón', propiedad de Carlos Falcó, en la que permanecía desde la muerte del marqués de Griñón que falleció a los 83 años el pasado 20 de marzo a causa del coronavirus. Vivir aquí era algo que le correspondía por derecho, en régimen de usufructo. Esta había sido la casa de la pareja desde hacía tres años.
El palacio fue puesto as la venta por sus hijos inesperadamente y al no llegar a ningún acuerdo con ellos ha decidido irse por voluntad propia, tal y como publica la revista '¡Hola!'. Quizás, con ello Esther ha querido demostrar con ello que no estaba con Falcó por interés como muchos creían, incluidos sus hijos. Según se ha publicado, el marqués no dejó nada en herencia a su viuda aunque es difícil de creer.
La marquesa de Griñón se ha ido por iniciativa propia sin llegar a ningún tipo de negociación ni de alcanzar ningún acuerdo con los hijos de Carlos Falcó. Se ha llevado sus pertenencias y su único compañero fiel en estos momentos tan difíciles, su perrita Chloé, la bichón maltés que Carlos le regaló hace dos años por Navidad.
La exmodelo malagueña, que sigue luciendo su alianza de boda, se ha trasladado de nuevo al piso que tenía en Majadahonda, a las afueras de Madrid, donde se la ha podido ver haciendo la compra y paseando a su mascota.
No se llevaba con los hijos y fue una relación muy cuestionada
La relación de la marquesa de Griñón nunca fue buena con sus hijos. De hecho ellos aprovechaban cuando Esther no esta en casa para ir a visitar a su padre. Ni siquiera se llevaba bien con la más afable, Tamara Falcó. Aunque en un principio sí se llevaban bien después "debió de ver algo que no le gustó, y acabaron su relación de amistad. Le pregunté a Tamara qué le había molestado pero nunca quiso descubrirme los motivos, que deben de ser muy serios para echar mano del silencio", señaló Carmen Duerto en la revista 'Pronto'.
La relación entre Carlos Falcó y Esther Doña siempre fue cuestionada por todos sobre todo por su diferencia de edad de 41 años. Ambos salían desde 2017, y se casaron con separación de bienes para evitar (más) habladurías.