Isabel Pantoja no está pasando por su mejor momento. De hecho, parece que hace años que no es su momento. La tonadillera ha tenido que acudir este jueves a los juzgados de Chiclana en calidad de testigo para testificar en la causa abierta entre su hermano, Agustín Pantoja, y su hijo, Kiko Rivera.
A su llegada a las dependencias, ni ella ni su hermano han querido hacer declaraciones a los numerosos medios que aguardaban a la entrada. Una situación agobiante que ha podido con Isabel Pantoja hasta el punto de que le ha dado un ataque de ansiedad al verse asediada de tal modo.
El ataque de ansiedad de Isabel Pantoja a su salida de los juzgados
Agarrada a su hermano y escondida bajo una mascarilla negra a juego con unas tupidas gafas de sol, Isabel Pantoja ha atendido con gesto serio y un absoluto silencio a los periodistas que la esperaban a la entrada de los juzgados de Chiclana, en Cádiz.
La tonadillera ha acudido para apoyar a su hermano y también porque el juez la ha llamado en calidad de testigo por la demanda que interpuso su 'pequeño del alma', Kiko Rivera, contra Agustín, que se enfrenta a delitos de apropiación indebida, estafa y administración desleal.
Aunque Isabel Pantoja no se ha pronunciado públicamente sobre este delicado asunto, ver enfrentados, tanto pública como judicialmente, a su hermano y a su hijo no tiene que ser fácil, sobre todo porque hay mucho en juego.
Una funcionaria: "No paraba de llorar"
Quizá por eso, al verse asediada por los periodistas y reporteros, a Isabel Pantoja le ha dado un ataque de ansiedad nada más entrar en el juzgado, tal y como han contado en Ya es mediodía. La cantante y su hermano, tas prestar declaración, han salido por una puerta trasera, reservada a los detenidos, porque ella lo ha pedido expresamente, dado lo mal que se encontraba.
Una funcionaria ha contado al programa de Telecinco que ella misma había tenido que abrir la puerta de los detenidos para que salieran de los juzgados sin ser vistos porque Isabel "no paraba de llorar" y había sufrido un ataque de ansiedad dentro de las instalaciones.
Veremos cómo acaba todo esto... ¿De qué lado estás?