Durante los meses veraniegos lucimos más piel, por lo que es la época del año en el que los accesorios ganan mayor protagonismo en el look. Nos gusta utilizar piezas más ligeras, normalmente apostamos por formatos mayores y elementos que, llegado septiembre, hacemos hibernar.
Os damos las claves de este verano en el terreno de la joyería. Las tendencias, materiales, colores y marcas por los que hay que apostar... o invertir. Ya sabes lo que dicen: una joya es para siempre.
Virgencita, que me quede como estoy
Da igual que sea agosto o enero, nunca está de más llamar a la suerte. La superstición llega a nuestras joyas y lo hace cargándolas de los símbolos clásicos. Para refrescar la memoria repasamos la lección: los llamadores de ángeles atraen los buenos espíritus, los ojos nos protegen de las envidias y el elefante tiene que tener la trompa hacia arriba. Puedes tirar de elementos clásicos como herraduras o el trébol de cuatro hojas o cualquier referencia religiosa porque las cruces y vírgenes están de moda.
Bajo el mar
Tenlo claro, este verano si tú no te sumerges en las profundas aguas del océano, lo harán tus joyas. La clave está en cualquier elemento de la fauna (o flora) de nuestros mares: caracolas, peces, corales, caballitos de mar... piensa en el joyero que tendría La Sirenita y hazte con uno igual.
La Reina Concha
Eran lo máximo el verano pasado y su reinado se mantiene durante el 2019. Eso sí, huye de la clásica concha porque está out. Ahora lo que se lleva es darle un acabado diferente, antinatura, una imagen a la que no nos tenga acostumbrados. Haz que tenga colores imposibles o dale el lugar que le corresponde convirtiéndola en una preciada joya bañándola en oro o plata.
Una piedra en el camino
Algo tiene el verano que nos invita a escaparnos a la naturaleza, también en nuestros estilismos. Las joyas con elementos naturales, sobre todo las piedras, son una fuerte tendencia. No tengas miedo y apuesta por diseños donde tenga el aspecto más natural posible, regresamos a la Ibiza hippie y a diseños que parezcan amateurs. Además estamos de enhorabuena, la naturaleza tiene gemas todos los colores que se te puedan venir a la mente.
Yo tengo mi pompón
Como si de una cheerleader americana te tratases, no tengas miedo a enfundarte los pompones este verano. Si son uno de los adornos estrella en cualquier prenda, también han invadido el mundo de la joyería. Además no hacen ascos a ningún tipo de complemento, los podemos encontrar en pendientes, collares y pulseras. Un consejo: contra más grandes, más coloridos y más cantidad, mejor. Además como no pesan resultan de lo más llamativos a la vez que ligeros.
Al sonido del tan tan
Que suenen los timbales, si hay una cara que debes potenciar esta temporada es tu lado tribal. Da igual que te inspires en 'El Príncipe de Zamunda' o te creas una más de cualquier tribu de Wakanda, adórnate bien de marfil, ámbar, piedras de mil colores o elementos metálicos que parezcan sacados de la tumba de un faraón.
¿Y para ellos?
Los hombres son fieles por naturaleza, al menos en lo que se refiere a la joyería. Este verano el hombre debe elegir la joya que mejor le represente y no quitársela en ningún momento. Igual de importante que tener tu perfume característico, es tener una joya que todo el mundo asocie irremediablemente a ti.
Las claves masculinas son los diseños realizados con cuero en negro o marrón o la plata. Si quieres algún elemento diferenciador, este verano arrasa el aspecto rockero que dan las calaveras o las cadenas de grandes eslabones.