“El día más feliz de nuestra vida”. Con estas palabras ha descrito José Luis Martínez-Almeida su boda con Teresa Urquijo. Un enlace que tuvo lugar el pasado sábado 6 de abril, y que congregó en Madrid a numerosas personalidades del mundo de la política, como Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, y de la realeza, como el rey Juan Carlos y las infantas Cristina y Elena.
Tras una multitudinaria ceremonia en la iglesia de San Francisco de Borja, Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, ya convertidos en marido y mujer, pusieron rumbo a la finca El Canto de la Cruz, en Colmenar Viejo, donde se reunieron con sus 500 invitados para celebrar su unión hasta la madrugada. Una fiesta a puerta cerrada sobre la que, poco a poco, hemos ido conociendo y viendo nuevos detalles que confirman que la boda del alcalde de Madrid es, por el momento, el gran evento de la temporada.
Todos los detalles de la boda de Martínez-Almeida y Teresa Urquijo
Tal y como estaba previsto, a las 12 de la mañana dio comienzo la ceremonia. Así, Martínez-Almeida entraba en la misma iglesia en la que en 1966 se casaron sus padres, y lo hacía al son de Boccherini. Minutos después del mediodía, llegaba la novia, que llegaba al altar mientras sonaba ‘Canticorum Jubilo’, también de Boccherini, ante la atenta mirada de los invitados.
Así, tal y como ha desvelado ‘Look’, a la izquierda del altar se encontraba los invitados de la novia, con el rey Juan Carlos y las infantas Cristina y Elena en primera fila, junto a la madre de Teresa Urquijo. A la izquierda, los que asistían por parte del novio, con José María Aznar, Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, en el primer banco.
Felices y ya con menos nervios, al menos en el caso de Martínez-Almeida, quien aseguró que estaba tan nervioso que no había podido dormir, los novios abandonaron el templo para saludar a las decenas de personas que les esperaban a las puertas. Un público que no quiso perderse la boda del alcalde de Madrid, y entre los que incluyo hubo algún desmayo.
Tras el casto beso que Martínez-Almeida y Teresa Urquijo se dieron, pusieron rumbo de la finca de la familia de la novia, donde se celebraba el banquete. Eso sí, antes de abandonar la iglesia, los Borbón protagonizaron un inesperado momento. El rey Juan Carlos, sus hijas, las infantas Cristina y Elena, y tres de sus nietos, Victoria Federica, Juan Valentín y Froilán, posaron juntos y sonrientes ante los medios.
Todo lo que no se vio de la gran celebración de bodas de Martínez-Almeida y Teresa Urquijo
A su llegada a la finca El Canto de la Cruz, los 500 invitados a la boda de Martínez-Almeida y Teresa Urquijo disfrutaron de un completo cóctel de bienvenida, antes de ocupar sus lugares en las mesas que, para sorpresa de todos, estaban nombradas con lugares icónicos de Madrid, como el Teatro Real, Ifema, el Parque del Retiro o la fuente de Neptuno.
Ya sentados, y con los reyes Eméritos en la mesa presidencial, el rey Juan Carlos a la derecha de la novia y la reina Sofía a la izquierda del novio, degustaron un menú, elaborado por el prestigioso restaurante Lhardy. Un menú compuesto por salpicón de bogavante de primero, un solomillo de Wagyu de segundo, y de postre, a elegir entre milhojas de crema con fresas confitadas y brownie con crema de yogurt, fresas y helado de vainilla.
Tras la comida, los novios sorprendieron con un original baile nupcial. En lugar de optar por el típico vals, Martínez-Almeida y Teresa Urquijo bailaron el chotis ‘Madrid’ de Agustín Lara. Un divertido baile con el que daba comienzo la gran fiesta, amenizada primero por un grupo de música en directo, y luego con un DJ.
Según ha desvelado ‘El Mundo’, tras el chotis, el rey Juan Carlos, abandonó la fiesta, “tras mostrar unos graves problemas de movilidad, desplazándose de forma muy lenta y a trompicones”. Eso sí, antes de su marcha, el Emérito se mostró de lo más feliz saludando a todo el mundo, e incluso compartiendo confidencias con la reina Sofía.
Así lo han asegurado algunos testigos a ‘Vanitatis’: “La reina Sofía se acercó más de una vez a don Juan Carlos, como si no hubiera pasado nada entre ellos. Imaginamos que ya, con la edad que tienen, las cosas feas se aparcan”.
Además, la reina Sofía se animó a bailar en la pista donde tanto sus hijas, las infantas Cristina y Elena, como su nieta, Victoria Federica, “estuvieron dándolo todo”, apuntan desde el citado diario.
Sin duda, uno de los momentos más emotivos de la celebración fue el discurso de Martínez-Almeida, que recordó en su gran día a sus padres, fallecidos hace años. El alcalde de Madrid también le dedicó unas palabras a su mujer, señalando: “No sé lo que ha visto en mí, pero ahora no tiene marcha atrás”. Y añadió: “Tengo la obligación de estar a la altura de esta mujer y hacerla feliz, y devolver esta bendición en forma de hijos o de hijas”.
En su discurso, Martínez-Almeida quiso agradecer la presencia de los Eméritos y pidió un brindis: "Levanto mi copa por el Rey, al que agradezco que esté con nosotros. ¡Viva el Rey!". Unas palabras que pusieron a los invitados de pie y respondieron: "¡Viva el Rey y Viva España!”, antes de aplaudir durante varios minutos al emocionado exmonarca.
Otra de las anécdotas de la fiesta, que se alargó hasta la medianoche, fue la protagonizada por el alcalde de Madrid y Diego Pablo Simeone (El Cholo), quien acudió con su mujer, Carla Pereyra, que compartió una foto con la reina Sofía. Y es que, en un momento de la celebración, el entrenador y Martínez-Almeida cantaron a pleno pulmón el himno del Atlético de Madrid, equipo del que es aficionado el político.