El estado de salud de la reina Isabel II, de 95 años, vuelve a hacer saltar las alarmas. Después de haber tenido que cancelar ya varios actos previamente, este domingo suspendió a última hora también su asistencia al acto por el Día del Armisticio que se celebró en Londres en el Cenotafio, el monumento londinense que acoge los homenajes a los caídos.
El último problema de salud está relacionado con una lesión en su espalda, un esguince. Así lo explicó el Palacio de Buckingham en un comunicado: "La Reina, que se torció la espalda, decidió esta mañana con gran pesar que no podrá asistir al servicio dominical del Recuerdo de hoy en el Cenotafio". "Su Majestad está decepcionada por perderse el servicio", añadió dado que esta cita es de una gran importancia para ella.
La cancelación de este acto ha reavivado los temores de los británicos que ven cómo la monarca está cada vez más debilitada y con más achaques propios de la edad.
Es la primera en 22 años que Isabel II no está presente en este acto que conmemora el fin de la Primera Guerra Mundial y es un homenaje a los caídos en combate. Anteriormente solo se ausentó por encontrarse de viaje o por los embarazos de sus dos hijos menores.
El príncipe Carlos presidió el acto el día de su 73 cumpleaños
La participación de la estaba prevista desde el balcón del Ministerio de Relaciones Exteriores en Londres. En su lugar, el príncipe Carlos, encabezó la representación de la familia real en sustitución de su madre, coincidiendo con el día en el que cumplió 73 años.
El heredero al trono británico se mostró muy emocionado y estuvo acompañado por su mujer, Camilla Parquer, duquesa de Cornualles, el príncipe Eduardo, su mujer Sofía de Wessex, la princesa Ana y el resto de la familia real, entre ellos los duques de Cambridge, su hijo, el príncipe Guillermo y su mujer, Kate Middleton.
"En nombre de la Reina, el príncipe de Gales coloca una ofrenda floral en el Cenotafio como parte del Servicio Nacional de Recuerdo. Diseñado por el arquitecto británico Edwin Lutyens, el Cenotafio (que significa "tumba vacía") simboliza las pérdidas sin precedentes sufridas durante la Primera Guerra Mundial y desde entonces se ha convertido en el punto focal nacional del Recuerdo", publicó la cuenta oficial del palacio de Buckingham.
Preocupación por la salud de Isabel II
Desde que el pasado mes de abril se produjo la muerte del duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel, esta está siendo constantemente vigilada y atendida por los servicios médicos ya que hay una gran preocupación sobre su estado de salud.
El pasado 20 de octubre tuvo que ser ingresada en el hospital y los médicos le recomiendan reposo y no permanecer muchas horas de pie. También le han prohibido el alcohol y, por primera vez en los últimos 17 años, apareció en público ayudándose de un bastón.
La duquesa de Cambridge, la duquesa de Cornualles y la condesa de Wessex, acudieron al acto las tres vestidas de negro y cantaron el Himno Nacional desde uno de los balcones del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La familia real celebra el Día del Armisticio sin la Reina por primera vez en 22 años
Después continuaron la jornada que también es conocida como el Día de la Amapola en homenaje a aquellas que dicen que brotaron de los campos de Flandes tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Esta flor es la que decoraba las solapas de los abrigos de las mujeres de la familia real presentes en el homenaje.
Este año, la celebración contó con la presencia del público que estuvo restringida en 2020, cuando tampoco hubo desfile militar.
El heredero al trono, acompañado del príncipe Guillermo y el conde de Wessex desfilaron juntos, vestidos con sus respectivos uniformes militares, y acompañados por cerca de 10.000 veteranos. Los tres colocaron flores en el Cenotafio.
Carlos de Inglaterra depositó en nombre de Isabel II una corona de flores en la base de la estructura que fue diseñada por Edwin Lutyens y se ubica en Whitehall, Londres. Aunque este es el homenaje central, se celebraron otros por todo Reino Unido en diferentes monumentos que hay en honor a los caídos.
Por su parte, Kate Middleton eligió para la ocasión un vestido negro de Eponine, un modelo negro como manda el protocolo, con hilos metalizados, de largo midi, con cuello a pico y botonadura delantera.
La mujer del príncipe Guillermo llevó un ramillete con tres amapolas que se ha interpretado como un homenaje a los tres hermanos de su bisabuela que fallecieron en la Primera Guerra Mundial.