La reina Sofía no ha vivido engañada por su marido el rey Juan Carlos en los últimos años. "Lo sabe todo desde hace muchos años", ha asegurado Pilar Eyre en su blog de 'Lecturas', haciendo referencia a las infidelidades del emérito en general y de Corinna Larsen, en particular.
"Aunque con la perspicacia de las mujeres engañadas lo sospechaba desde el mismo día en que se conocieron, no fue hasta el mes de abril de 2006 cuando tuvo constancia de esa relación", ha escrito la periodista.
En esta época, el entonces Rey de España "estaba tan ciego de amor por su amante" que no quería separarse de ella en ningún momento. Hasta tal punto llegaba su locura que llegó a meter a la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein en el mismo avión militar en el que viajaban él y la reina Sofía con destino Arabia Saudí con motivo de un viaje oficial.
En Arabia Saudí pensaron que Corinna era "una segunda esposa"
"¡Durante ocho horas compartieron el mismo recinto! El rey se sentó al lado de su novia, cosa que a nadie extrañó, porque el matrimonio real hacía muchos años que no se dirigía la palabra y tenía agendas separadas", asegura Pilar.
Por su parte, los periodistas saudíes, cuando vieron a la atractiva alemana acompañar a Juan Carlos de Borbón, pensaron que se trataba de una consejera estratégica del monarca, mientras otros creían que era "una segunda esposa, algo que no sorprendía en unos países donde la poligamia está permitida".
"La Reina no se inmutaba, pensamos que era algo normal"
Pilar ha hablado con una de las personas que estuvo en este viaje. "Lo único que recuerdo es que nuestros asuntos fueron sobre ruedas y que la simpatía y las relaciones del rey nos abrieron muchas puertas", le ha comentado.
Después la periodista le preguntó si no les chocó ver a Larsen en ese avión: "Hombre, nos extrañó la presencia de la princesa, que, por cierto, nos pareció a todos muy sexy. Pero cuando vimos que la reina no se inmutaba, pensamos que era algo normal y no le dimos más importancia".
Dos meses después de este viaje, se celebraron los premios Laureus en Barcelona, organizados por Corinna y "la Reina no tuvo más remedio que quedarse en Madrid".
Una humillación pública más para ella ya que tuvo que 'comerse' que Larsen recibiera "parabienes de altas personalidades", estuviera con Felipe y Letizia e "intercambiara en la fiesta besos cariñosos, miradas cómplices y sonrisas con su marido… ¡y hasta con su yerno y su hija Cristina!". Al año siguiente, le ocurrió lo mismo con su cuñada Pilar de Borbón y con su propia hermana, Irene de Grecia.
La huida en montacargas
En mayo de 2010 se produjo otra escena surrealista en el Hospital Clínic de Barcelona, cuando operaron al rey emérito de un nódulo en el pulmón. La Reina estaba en Madrid porque sabía que Corinna estaba con su marido pero cuando comenzó a rumorearse que Sofía no estaba a su lado, el jefe de prensa montó "el operativo 'la reina a Barcelona'.
Eyre escribe como rápidamente tuvieron que meter a la madre del Rey Felipe VI en un avión con destino El Prat. Avisaron a la seguridad del Rey que Sofía iba para allá y dieron órdenes de sacar a Corinna del hospital. "Entrad en la sala vip del Clínic, donde una llorosa Corinna desmenuzaba un pañuelo de papel para decirle: 'Princesa, tenemos que irnos, que llega la reina'".
Conducen casi en volandas a una Corinna aturdida
De repente, comienzan las prisas. "Deprisa, deprisa, al ascensor"; "No, que abajo esta la prensa, vamos a la zona de médicos". El ascensor está subiendo. "¡Cuidado! ¡Es la reina! ¡Sube la reina!".
Eyre continúa escribiendo: "Hombres con pinganillo corren por los pasillos conduciendo casi en volandas a una Corinna aturdida por una noche sin dormir y muy afectada por el estado del Rey. La bajan por un montacargas de camillas mientras la Reina llega en el mismo instante a la sexta planta, saluda a los médicos con su sonrisa imperturbable y se dirige a la misma sala que ha abandonado la amante".
Después de esta intervención fue cuando el rey emérito habló de su posible divorcio con el entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se lo desaconsejó, y con su mujer, que se mostró indignada. Sus hijos tampoco le apoyaron: "Te vas a cargar la institución", mientras que Felipe lamentó: "Pobre mamá".
Después de todo lo que ya ha vivido la reina Sofía, ya nada le afecta, ni siquiera las declaraciones que Corinna está haciendo en los últimos días, según relata Pilar: "Conozco su actitud frente al Rey desde hace años: de profunda indiferencia. Todo lo que hace le resbala, aunque, como es humana, le satisface saber que en esta historia a ella le ha tocado el papel de heroína".