Risto Mejide se encuentra en cuarentena por haber dado positivo por coronavirus. Una infección que también tienen su mujer, Laura Escanes, y su hija, Roma. Esto está obligando a la pareja a permanecer en su casa de Barcelona –tienen otra en Madrid–, guardando en confinamiento domiciliario pertinente de al menos diez días de duración.
A pesar de estar infectados por la covid-19, los tres, gracias a Dios, se encuentran bien. Risto Mejide, por cierto, ya tenía la pauta completa de la vacuna, lo que no ha evitado que se contagiara pero sí parece haber mitigado los síntomas, pues hasta el día de hoy han sido prácticamente imperceptibles. Su mujer sí que notó molestias los primeros días, pero ya se encuentra bien y ha seguido publicando contenido en sus redes sociales, como influencer que es. La pequeña también está perfectamente.
Al margen de la salud de la familia Mejide Escanes, todo esto ha reavivado la mayor crisis de credibilidad que ha tenido Risto en su larga carrera en la televisión. Una época en la que, además, también tuvo que estar confinado. Te la contamos.
Risto Mejide revive su mayor crisis de credibilidad en televisión por el covid-19
A mediados de marzo de 2020, cuando aún la pandemia del coronavirus no era catalogada como tal por las autoridades sanitarias de nuestro país –a pesar de lo que estaba ocurriendo en China y en Italia, por ejemplo–, Risto Mejide vivió su mayor crisis de credibilidad en la pequeña pantalla.
En su programa de Cuatro, Todo es mentira, se estuvo cachondeando de la alarma sanitaria abiertamente, así como sus colaboradores. Unas bromas que alcanzaron su punto álgido el 14 de marzo, cuando tanto él como sus compañeros se burlaron de las personas que ya llevaban mascarilla por la ciudad ante el miedo por el avance de la pandemia.
Y esto vuelve ahora a relucir porque justo pocos días después de aquello –por lo que fue, obviamente, muy criticado en redes sociales– tuvo que estar confinado, como ahora, por haber estado en contacto con un positivo por covid-19.
La coincidencia temporal que sucedió entre burlarse de la alarma sanitaria y estar confinado era noticiable, y así lo contamos en Vozpópuli en un artículo que no gustó nada a Risto Mejide, pues no dudó en cargar contra este medio en su programa a los pocos días.
El publicista tachó a este medio de mentir, cuando la realidad es que eran datos puramente objetivos y, sin duda, reseñables. Los ataques contra este diario tuvieron respuesta –que hizo mucho ruido–, y desde entonces el presentador cambió su táctica: a los pocos días, pasó a criticar al Gobierno de Sánchez así como la gestión que estaba haciendo de la pandemia, algo que anteriormente no hacía, más bien al contrario.
Las críticas del público que tuvo en ese momento, y que atentaron fuertemente contra su credibilidad y honradez como profesional, motivaron que además de cambiar el discurso se blindara en redes sociales, prohibiendo a sus seguidores comentar las publicaciones que posteaba, para así evitar descalificaciones o críticas.
Ahora, más de año después, esta historia recobra vida al encontrarse nuevamente confinado. Más de doce meses en los que Risto Mejide ha cambiado el discurso y en los que, sin duda, ha vuelto a recuperar el rigor y la honestidad que tanto le caracterizaban, al menos la mayor parte del tiempo.
Esperemos que tanto él como su familia se recuperen pronto del covid-19 y que pase toda esta pandemia lo antes posible, por el bien de todos.