Vladímir Putin, de 69 años, llevaba una semana desaparecido y sin hacer apariciones públicas. Sin embargo, el presidente de Rusia ha reaparecido ante los medios este viernes, en el decimosexto día desde que comenzó la guerra contra Ucrania, después de que se comentara que podía estar escondido en un búnker nuclear de lujo en Siberia junto a su familia más cercana, entre las que estarían sus hijas. Otro de los rumores apuntaban a que podría estar aislado por estar enfermo y tener un supuesto débil sistema inmune.
A ello hay que sumarle el gran cambio físico que ha experimentado Putin desde 2019. Su transformación no ha pasado desapercibida para muchos y ha hecho saltas las alarmas de que podría padecer alguna enfermedad. Como se puede ver en la foto del antes y el después, se ve claramente que tiene la cara mucho más hinchada.
El rumor más extendido entre los expertos y varias personas que conocen su trayectoria de hace años es que Putin está enfermo de cáncer y por ello, no estaría en las mejores condiciones para hacer apariciones públicas o serían las mínimas.
Sospechas de que Putin podría estar enfermo de cáncer o Parkinson
Varias personas apuntan en esta dirección. Un almirante retirado de la Marina Real británica, Chris Parry, afirmó la semana pasada que Vladímir Putin podría estar en plena lucha contra el cáncer. "Creo que su sistema inmunológico podría estar deprimido. Así que es un hombre que tiene prisa", apuntó el militar para justificar lo precipitado que fue la invasión a Ucrania.
Una fuente del Pentágono también afirmó que Putin sufre de "cáncer de intestino terminal".
“En el pasado, lo hemos visto sonreír, pero en 2022 hay pocas fotos de él luciendo feliz”, agregó la fuente. “Su mirada sugiere que tiene dolor y nuestra gente sugiere que su mirada de enojo probablemente se deba a que está en agonía”.
“Nuestra gente confía en que está enfermo; está preocupado por el covid ya que mantiene a su personal a distancia”. "Él ha estado usando estas mesas muy largas para entrevistar a la gente", indicó Chris Parry.
Otros rumores que provienen de una fuente de inteligencia estadounidense no identificada cree que la "cara hinchada" de Putin que se le ha visto en apariciones recientes indica efectos secundarios de la quimioterapia o los esteroides.
Estas sospechas se suman a las que hizo el pasado mes de febrero, Valery Solovey, exjefe del Departamento de Relaciones Públicas del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, también afirmó que el mandatario ruso padecía la enfermedad del cáncer. Incluso el profesor y politólogo también apuntó a que comenzaba a mostrar síntomas de la enfermedad de Parkinson, según recoge 'National World'.
Su cara está más hinchada que antes
Otra especialista en asuntos exteriores, Fiona Hill, que trabajó como oficial de inteligencia nacional para Rusia y Eurasia en el Consejo Nacional de Inteligencia, también incidió en la idea de que Putin está enfermo. Fiona explicó al portal 'Político' que "Putin no se ve muy bien, ha estado bastante hinchado. Sabemos que se ha quejado de tener problemas de espalda".
Además, esta exasistente del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, apuntó a que Vladímir Putin pueda padecer algo más grave que un dolor de espalda, como el cáncer. "Podría ser que esté tomando altas dosis de esteroides, o puede haber algo más. Parece haber una urgencia para esto que también puede ser impulsada por factores personales", indicó.
que Putin se ha quejado de problemas de espalda y ha tenido que tomar "altas dosis de esteroides". Aunque dejó caer que podía ser algo más grave como el cáncer.
La opinión más extendida entre los expertos es que el estado de salud de Putin es muy delicado y el tiempo se le está agotando. De confirmarse esto, algo poco probable dado el halo de misterio que rodea a todo lo relacionado con el presidente ruso y más si es perteneciente a su ámbito personal, no se conocería hasta que llegase el momento oportuno.
Ninguna de estas hipótesis han sido verificadas por ninguna fuente oficial procedente del gobierno de Putin. Además, el Kremlin no suele comentar nada del estado de salud de Vladímir Putin y no ha respondido a las afirmaciones que han surgido recientemente a raíz de su desaparición de la actividad pública. En otras ocasiones sí que negó que tuviera Parkinson.
