Llamaba la atención que esta periodista reconvertida, primero en Princesa y luego en Reina, llevase semejante altura en los pies y zapatos bastante modernos y trendy para una mujer de su posición.
Claro, que con el marido que ella tiene que estar a la altura en el sentido más literal de la palabra.
Tanto es así que los peep toes en España se conocen desde entonces como letizios. Debe ser un honor que el imaginario popular bautice una prenda de vestir, o de calzar en este caso, con tu nombre. Yo, al menos, me sentiría muy honrada. A ver si se ponen de moda los castrillos.
Los letizios fueron una tónica general durante sus años de Princesa. Pero desde que la Reina es Reina los ha ido arrinconando un poco. Letizia se ha sofisticado y también lo ha hecho en sus pies. Ahora lo que le vuelven loca son los stilettos, ha invertido en dos pares de Prada (unos negros y otros beige) que le quedan fenomenal y que ya son su fondo de zapatero. Me parece perfecta esta elección: unos zapatos buenos, de diseño clásico y atemporales. Vamos, con lo que le habrán costado más vale que los Prada los hereden sus hijas.
La Reina también ha nutrido su armario zapatero con unos cuantos Carolina Herrera, de diseño clásico, pero muy chic con estampado de pitón.
Cuando nuestra Reina se pone flamenca (no os penséis que se viste una bata de cola) le gusta mucho usar sandalias y llevar esmaltadas las uñas de los pies en rojo pasión. Para sus diseños más de moda, Letizia apuesta por Mango o por Magrit, su marca de cabecera. Eso sí, siempre con taconazos de no menos de diez centímetros.
En las apariciones privadas o cuando sale por ahí con su marido, a la Reina le gusta ir más cómoda. Tira de botines y zapatos con tacón más ancho (mucho más cómodo), alguna bailarina y hasta alguna zapatilla de deporte.
Es sin duda en sus pies donde Letizia suele dar, casi siempre en el clavo con diseños bastante apropiados, discretos, elegantes y bonitos. Solo espero que con semejante tacones no le salgan juanetes.