Economía

La lira turca provoca un agujero de 5.200 millones de euros a BBVA en Bolsa

El banco cae más de un 20% desde comienzo de año 

  • Imágenes de la lira turca

Agosto está siendo un mes nefasto para BBVA. Si la lira turca ha perdido un 25% de su valor este mes, el banco ha visto como 5.200 millones de euros de su valor en Bolsa se han esfumado también por este motivo. Y es que el banco sigue empeñado en sacar adelante su estrategia en el país otomano que por el momento sólo el ha dado disgustos. 

BBVA tiene en Turquía el 16% de sus activos ponderados por riesgo y una cartera de deuda turca valorada en 9.685 millones de euros. El banco está presente en el país a través del banco Garanti donde controla el 49,85% del capital con un valor en libros de 4.400 millones de euros -el 8% del patrimonio del grupo-. 

Es por eso por lo que firmas de análisis como la de Bankinter han reducido la valoración de BBVA

Y es que los analistas del 'banco naranja' consideran que la situación macro es delicada y el país tiene que afrontar "grandes retos". Para empezar, el déficit por cuenta corriente supera el 7% y la inflación se acerca al 16% -muy por encima del objetivo del 5% establecido por el Banco Central-.

Por otro lado, el mercado también duda de que dicha entidad sea independiente debido a las injerencias del Presidente Erdogan, proclive a mantener los bajos tipos de interés y porque está gobernada por el yerno del presidente. 

La solución a corto plazo pasa por subir los tipos de interés

Por último, el país se ha visto afectado por el deterioro de las relaciones con Estados Unidos tras la imposición de aranceles a las importaciones de aluminio y por las discrepancia sobre la situación geopolitica en Siria.

Todo esto ha provocado la salida de capitales de un país dependiente de la financiación externa. Ya que su modelo se basa en crecer mediante la emisión de deuda. Un riesgo inherente ya que la situación se vuelva cada día más insostenible y porque este viernes las agencias de rating podrían anunciar una bajada de su clasificación crediticia, lo que pondría -más aún- en riesgo el futuro del país. 

Soluciones

Según Viktor Szabo, gestor de inversiones senior de Aberdeen Standard Investments, la solución a corto plazo para Turquía pasa por subir los tipos de interés de manera agresiva y controlar el crédito para enfriar la economía y poner la inflación bajo control.

Esta estrategia mandaría a los inversores un mensaje claro de que el problema ha sido entendido. Gran parte del daño económico que está sufriendo Turquía es autoinfligido. El país ha demostrado una y otra vez que no puede sostener niveles elevados de crecimiento sin emitir más deuda. Dado que los ahorros domésticos son tan bajos, esta deuda está en dólares estadounidenses y tiene el riesgo inherente de divisa que viene con esto.

Por ello, prosigue Szabo, no es ninguna sorpresa que los estímulos monetarios y de crédito que siguieron al golpe fallido de 2016 hayan llevado al país al borde de una crisis monetaria.

Debajo de todo esto, Turquía todavía tiene un gran potencial. La economía en conjunto está razonablemente diversificada con una buena base de exportaciones. Pero la cuestión ahora mismo es la credibilidad y la única manera de subsanar la situación en el corto plazo es actuar.

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