El banco Santander ha creado en España un centro de ciberseguridad que ofrece protección ininterrumpida al grupo en todos los países que opera, según han explicado fuentes conocedoras del proyecto a Vozpópuli.
En concreto, la entidad ha puesto a trabajar en Boadilla (Madrid), donde también se ubica su ciudad financiera, a un total de 170 profesionales, entre los que destaca ingenieros, informáticos e incluso hackers.
El Grupo está embarcado en un ambicioso programa de transformación de ciberseguridad con objeto de fortalecer los mecanismos de detección, respuesta y protección
En 2018, la entidad tomó una mayor concienciación sobre la importancia de la ciberseguridad a través de actividades integrales de comunicación y formación, así como el lanzamiento de una nueva política de ciberseguridad, tal y como reconoce el banco en su informe financiero.
"El Grupo está embarcado en un ambicioso programa de transformación de ciberseguridad con objeto de fortalecer los mecanismos de detección, respuesta y protección", detalla, a la vez que explica que "la ciberseguridad es vital en la era digital, ya que los ciberataques y el fraude plantean riesgos sistémicos para los servicios financieros".
El banco creó nuevas líneas de actuación para proteger a sus empleados, que los considera como "su primera línea de defensa".
Asimismo, el consejo también ha tomado conciencia de esta temática, tal y como reconoce la entidad en su informe anual, en el que explica que el responsable de riesgos del grupo informa de manera trimestral a la mesa sobre sobre cuestiones de ciberseguridad.
Compromiso
"Dado el compromiso del consejo con la permanente mejora de la efectividad de su funcionamiento, existe un programa de formación continua de los consejeros, del que se celebraron cinco sesiones en 2018, participando ponentes internos y externos. Entre otras materias, se cubrieron el riesgo de modelo, la directiva de servicios de pagos II (PSD2), sostenibilidad, banca responsable, riesgo cibernético y ciberseguridad, transformaciones digitales, prevención del blanqueo de capitales y apetito de riesgo".
En relación a normativa de segunda línea, cabe resaltar que en julio de 2018 la comisión ejecutiva de riesgos aprobó una nueva versión del modelo de supervisión y control de ciber incorporando a su vez el riesgo tecnológico dentro de su alcance.