El juicio en el que Felipe Benjumea, expresidente de Abengoa, reclama 1.005 millones de euros a Santander y HSBC, ha quedado este jueves visto para sentencia, después de que declaran los peritos contratados por las partes y los abogados leyeran sus conclusiones.
El expresidente de la multinacional energética, junto con otros antiguos accionistas del grupo, presentó a finales de 2018 demanda contra Santander y HSBC, a los que culpa de la crisis del grupo.
Benjumea sostiene que las entidades exigieron su salida como presidente y se negaron a llevar a cabo una ampliación de capital de 650 millones de euros acordada previamente, en septiembre de 2015, lo que desembocó en la crisis que todavía padece la multinacional energética.
El juicio se ha celebrado en un momento crítico para Abengoa, que se encuentra en preconcurso y con una refinanciación pendiente
El pasado mes de noviembre ya declararon en el mismo juicio el exconsejero delegado de Abengoa, Manuel Sánchez Ortega, y Josep Borrell, que fue consejero de la compañía entre 2010 y noviembre de 2016.
El exministro del PSOE y expresidente del Parlamento Europeo defendió durante su declaración la tesis de que Santander impuso el cese de Felipe Benjumea como presidente de Abengoa.
"Hay una cosa para mí absolutamente clara", manifestó Borrell ante la juez el pasado mes de noviembre. El día 14 de septiembre de 2015 "estaba prevista la firma, se había preparado todo, y en ese momento no se firmó porque Santander exigió el cese de Benjumea", lo que, señaló, provocó que "HSBC se retirara de la operación porque no estaba informado del cese". "Nunca tuvimos una comunicación directa por escrito de Santander", recordó.
El miércoles de esta semana fue el turno, en una sesión maratoniana (entre las 10.30 y 17 horas), de los peritos contratados por las partes, y este jueves finalizaron las exposiciones de los peritos, y los abogados leyeron sus conclusiones.
El juicio se ha celebrado en un momento en el que Abengoa negocia con la soga al cuello la refinanciación de su deuda, encontrándose en preconcurso de acreedores, y en el que accionistas minoritarios díscolos con la dirección del grupo se han convertido en los primeros accionistas de la empresa, con el 15,5% del capital.
Fuentes judiciales consultadas por este diario estiman que la sentencia podría ser comunicada en dos o tres semanas y tres meses.