El Gobierno ha aprobado un paquete de medidas económicas cuyo objetivo es conseguir movilizar 200.000 millones de euros -entre dinero público y, sobre todo, privado- para paliar la crisis económica que ha provocado la epidemia del coronavirus.
Los economistas consultados por Vozpópuli coinciden en que las medidas aprobadas "van en la buena dirección", pero creen que sería necesario matizar algunas de ellas y aprobar otras nuevas. Si hubieran tenido en sus manos diseñar la respuesta a la crisis económica hubieran optado por bajadas generalizadas de impuestos, perdonar las cuotas de todos los autónomos o activar un gran seguro social, pero éstas son medidas que el Ejecutivo no contempla.
En su opinión, el coronavirus provocará una caída del PIB en España este año de entre el -2% y el -5% en el peor escenario, lo que supone que tendremos un ejercicio negativo por primera vez desde 2013.
¿Qué opinan de las medidas del Gobierno?
"Creo que van en la buena dirección, pero tenemos que ver ahora cuán rápidamente se implementan porque estamos ante una hemorragia económica que va a más. Los autónomos y microempresas que han aguantado hasta hoy van a dejar de aguantar, y mañana o pasado cerrarán y echarán a sus trabajadores", advierte el economista José Antonio Herce.
Considera que movilizar 200.000 millones (un 16% del PIB de España, y no un 20% como anunció equivocadamente Pedro Sánchez) es una medida que va en línea con lo aprobado en otros países como Alemania (donde la inyección de 500.000 millones equivale al 15% del PIB) o Italia (donde se han inyectado 350.000 millones, un 20% del PIB, porque allí la emergencia sanitaria es peor).
En opinión de Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), ha sido precisamente la voluntad de imitar a otros países lo que ha llevado al Gobierno a demorarse en la aprobación de estas medidas.
"El hecho de haberlas hecho con cierto retraso les ha permitido tener la experiencia de otros países, lo que ha mejorado la calidad de las medidas porque hay un gap muy fuerte entre lo que aprobaron la semana pasada (14.000 millones) y los 200.000 millones de esta semana", apunta a este medio. Esa inyección de dinero se divide en 100.000 millones en avales públicos para garantizar préstamos que deberán conceder las entidades bancarias, 83.000 millones que saldrán de la iniciativa privada (bancos) y 17.000 en ayudas públicas reales.
"Los avales son la medida mejor orientada porque no engordan el déficit público, aunque les falta concreción. Si se llegan a ejecutar entonces sí serán déficit (y tendrán que ser financiados con deuda), pero en principio esos créditos se avalan para que sean devueltos y no se tengan que ejecutar. Una crisis de liquidez si no se gestiona se convierte en una crisis de crédito. Con los avales consigues que se quede ahí", explica.
¿Qué hubieran hecho ellos?
Valentín Pich, presidentes del Consejo General de Economistas, hubiera aprobado medidas más amplias y contundentes para proteger a más colectivos, como por ejemplo "las empresas que, pese a las dificultades, siguen manteniendo un razonable nivel de actividad y el empleo de sus trabajadores" y que cree que deberían estar exoneradas de pagar cotizaciones a la Seguridad Social.
También aboga por perdonar el pago de la cuota a todos los autónomos y cree que habría que habilitar una prestación para los trabajadores que deban quedarse al cuidado de hijos o dependientes y que no pueden teletrabajar o reorganizar su turno, y que habría que suspender momentáneamente el registro de jornada.
"Los autónomos tienen derecho a su prestación si su facturación baja al menos en un 75%. Debería estudiarse la posibilidad de reducir algo este porcentaje demoledor", señala.
Habría que considerar algunas medidas extraordinarias de reducción de impuestos y cotizaciones sociales y, por supuesto, aplazar cualquier iniciativa para aumentarlos"
Hubieran aprobado también una reducción de cotizaciones sociales los economistas del Círculo de Empresarios: "habría que considerar algunas medidas extraordinarias de reducción de impuestos y cotizaciones sociales y, por supuesto, aplazar cualquier iniciativa para aumentarlos", señalan.
Algo con lo que también coincide el experto del IEE: "se podría haber hecho una bajada de impuestos generalizada, porque ante una crisis de oferta la mejor manera de compensarla es con una bajada de impuestos".
José Antonio Herce defiende, por su parte, la creación de un gran seguro social. "Lo importante es que la cadena de pagos no se quede sin contrapartida, que todo movimiento tenga un match, que si alguien no puede pagar la hipoteca que otro se la pague para que el acreedor de esa hipoteca no se quede a su vez sin pagar la luz o a sus proveedores", explica.
"Esto se resolvería con la técnica del seguro, aunque no es fácil de instrumentar a esta escala. Si todas las rentas que se generen en nuestro país en los próximos dos meses, día a día, que son de unos 3.400 millones cada día, quedaran sujetas a una retención del 10% (salarios de funcionarios, de trabajadores que no pierden su empleo, de pensionistas, de las empresas a las que no les va mal...) se crearía un gran seguro social, suficiente para dotar de contrapartida a todas esas operaciones que van a tener problemas y que ya los están teniendo", explica.
¿Qué impacto tendrá la crisis en la economía española?
Si cada día de parón España deja de generar 3.400 millones de euros, cuánto más dure el parón económico mayor será la caída del Producto Interior Bruto (PIB) este año en el país.
Herce pronostica que el PIB del segundo trimestre caerá entre un -6% y un -8% y que habrá con suerte crecimiento 0 en el tercero (o negativo), lo que a final de año dejará un caída anual del PIB de entre un -2% y un -3%.
"La caída del PIB será importante", apuntan Alfredo Bonet y Mercedes Pizarro, secretario general y directora de Economía del Círculo. "Seguro que este trimestre el crecimiento es negativo y es probable que el siguiente también, aunque menos. Seguramente, por ello, entraremos técnicamente en recesión. Pero todo dependerá de lo que dure la batalla contra el virus y cuándo pueda reiniciarse la vida normal. A partir de ahí creceremos rápido, tanto más cuanto más corta haya sido la crisis".
Sara Barcenilla, profesora titular de Estructura e Historia Económica y Economía Pública de la Universidad de Zaragoza, considera que "la crisis ha llegado y nos encuentra desde el punto de vista de la política económica coyuntural con un escaso margen de maniobra (...) lo que hace inevitable posponer el cumplimiento de los objetivos y alcanzar de nuevo máximos históricos en ciertas variables y medidas".
La experta advierte de que "el peligro de esta situación, que conviene atajar de raíz y cuanto antes, es que provoque un efecto 'bola de nieve' en la ratio de deuda: mayores primas suponen mayores costes financieros que conducen a un mayor déficit, el cual deberá financiarse con mayor deuda, lo que en un entorno de débil crecimiento económica eleva la rátio de deuda pública sobre PIB, incrementando la incertidumbre y elevando de nuevo las primas (y así, volvemos a empezar)".
Algunos economistas prefieren mostrarse cautos ante de lanzar predicciones numéricas aunque no descartan que la caída sea del -4,5%. Los servicios de estudios de Goldman Sachs han previsto un descenso del -1,3% en el PIB de España, ING pronostica una caída del -2,8% y Morgan Stanley ya habla del -5,5%.