El exasesor económico de Reagan y profesor de la Universidad de Harvard, Martin Feldstein, propone un tributo para eliminar la incertidumbre que pesa sobre la deuda española. En una columna del Financial Times, explica que se puede establecer un impuestazo patriótico que se aplique sólo si hay problemas de liquidez. En el caso de que faltasen fondos, este pago extra se activaría a través del IRPF o de Sociedades y, a cambio, se daría a los contribuyentes títulos del Estado español a cinco o diez años con un interés. Es decir, se obligaría a los ciudadanos y empresas españolas a que adquiriesen bonos nacionales.
Semejante red de seguridad tranquilizaría a los inversores extranjeros, que acudirían de nuevo a las subastas de deuda española. Y ello a su vez rebajaría los intereses abonados, por lo que al final no haría falta recurrir al impuestazo. España podría así librarse de solicitar el amparo del fondo de rescate europeo o incluso acabar en el impago.
Este excandidato a la presidencia de la Reserva Federal opina que a los bancos españoles les queda muy poca capacidad para prestar, sobre todo porque ya han comprado mucha deuda estatal y porque han de asumir las pérdidas del inmobiliario. Además, el Banco de España no puede imprimir billetes si escasea el dinero, como sí hacen la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, el llamado prestamista de último recurso. Un papel que no puede desempeñar el BCE porque tiene prohibido financiar los déficit públicos.
Por eso, España se encuentra en dificultades. En opinión de Feldstein, con un gasto público que supera el 45 por ciento del PIB, el país debería ser capaz de recortar partidas. Pero incluso si se toman medidas muy duras, se tardará años en lograr el equilibrio presupuestario, máxime cuando los recortes a su vez provocan una caída de la actividad y por tanto de los ingresos. Ello implica que el Estado precisará la financiación de sus déficit durante demasiado tiempo.
Entonces España podría tener que recurrir al Mecanismo de Estabilidad Europeo, pero existe el riesgo de que eso ahuyente aún más a los agentes privados, sobre todo porque podría necesitarse mucho más de lo que hay en el fondo de rescate. Justo lo que forzaría al país a recaudar más impuestos que lastrarían aún más la economía, en un círculo vicioso de complicada salida. De modo que Feldstein ve esta compra patriótica de bonos soberanos como la mejor salida para el agujero español. Muy mal está la cosa para que un halcón de los recortes abogue por más impuestos…