"Si bien la European Super League Company tiene libertad para crear su propia competición de fútbol independiente fuera del ecosistema de la UEFA y de la FIFA, no puede, además de crear esa competición, continuar participando en las competiciones de fútbol organizadas por la FIFA y la UEFA sin la autorización previa de esas federaciones", comienza diciendo la nota que reproduce la opinión del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el juicio de la Superliga contra un supuesto abuso de posición dominante de la confederación europea con sede en Suiza.
La opinión del abogado general asignado a este caso, Athanasios Rantos, no es vinculante, pero los jueces del Tribunal en Luxemburgo siguen la línea de los dictámenes previos en un 80% de los casos.
El esquema perfilado por Rantos coincide con el escenario que fuentes del mercado cercanas a las partes venían descontando: el de que se pueda disputar la Superliga pero no seguir a la vez en la Champions. Financieramente, solo uno de los impulsores de la Superliga, el Real Madrid, estaría absolutamente preparado para afrontarla en el corto plazo.
"Las normas de la FIFA y de la UEFA que supeditan la creación de cualquier nueva competición a una autorización previa son compatibles con el Derecho de la Unión en materia de competencia", esgrime el abogado general frente al planteo de la Superliga cuestionando el doble papel de regulador y operador económico de la UEFA y la FIFA.
Sendas entidades han alegado que el modelo europeo del deporte de competiciones abiertas, solidaridad, equilibrio competitivo y la promoción del fútbol base, quedaría en riesgo con la puesta en marcha de una competición alternativa semicerrada como la Superliga que se presentó en 2021 -ahora se negocia otro formato-, y que dicha circunstancia prevalece sobre la libre competencia. Un argumentario que el propio Gobierno de España ha respaldado -para decepción del equipo impulsor de la Superliga-, y que La Liga española defiende.
El abogado del TJUE respalda un veto a la Superliga
En la opinión del abogado del TJUE, el doble papel de la UEFA y FIFA "no implica, en sí mismo, una infracción en materia de competencia" y afirma que los efectos restrictivos -esto es, las sanciones a los clubes implicados- "son inherentes y proporcionados para alcanzar los objetivos legítimos perseguidos por la UEFA y la FIFA".
En la misma línea, sostiene el letrado, el modelo deportivo europeo debe "promover competiciones abiertas, a las que todos puedan acceder gracias a un sistema transparente en el que los ascensos y descensos de categoría mantengan un equilibrio competitivo y favorezcan el mérito deportivo".
El comunicado que reproduce la posición de Rantos añade que "el fútbol se caracteriza por una interdependencia económica entre los clubes, de modo que el éxito económico de una competición depende ante todo de cierta igualdad entre ellos". "Pues bien, la redistribución de los ingresos procedentes de la explotación comercial de los derechos derivados de las competiciones deportivas responde a este objetivo de 'equilibrio'", incide. Desde La Liga española han celebrado estos argumentos que esperan que lleven al TJUE a brindar "amparo legal al modelo europeo actual del fútbol".
"Las normas de la Unión en materia de competencia no prohíben a la FIFA, a la UEFA, a sus federaciones miembro o a sus ligas nacionales amenazar con sanciones a los clubes en caso de que estos participen en un proyecto (…) que pudiera vulnerar los objetivos legítimos perseguidos por esas federaciones"
En palabras de Rantos, "las normas de la Unión en materia de competencia no prohíben a la FIFA, a la UEFA, a sus federaciones miembro o a sus ligas nacionales amenazar con sanciones a los clubes en caso de que estos participen en un proyecto (…) que pudiera vulnerar los objetivos legítimos perseguidos por esas federaciones", recalca el abogado. En este sentido, no obstante, es de notar que en España, por el momento, el proyecto de nueva Ley del Deporte sí que impediría a La Liga castigar a los impulsores de la Superliga con su exclusión del torneo.
La posición del abogado general también remarca la obligación de UEFA de ofrecer a terceros que la integran la posibilidad de lanzar competiciones paralelas bajo un sistema de autorización previa que garantice que "los terceros no se vean privados indebidamente de un acceso al mercado" -la entidad europea presentó su sistema, impugnado ante la Comisión Europea por la Superliga, justo antes de la vista del juicio en el TJUE el pasado julio-. Según reivindican desde la Superliga, los quince jueces del TJUE entrarán más en detalle en estos asuntos en la sentencia prevista para la primavera de 2023.