El Gobierno intenta que la Generalitat cobre antes del 30 de enero de 2013 unos 300 millones de Acciona por la privatización de Aigües del Ter Llobregat (ATLL) con el fin de que se reduzca el déficit catalán del 2012 en casi dos décimas. El govern de Artur Mas estaba bastante rezagado en el proceso de ventas al que se había comprometido en sus planes de reequilibrio, en especial en la enajenación de inmuebles debido al mal estado del mercado inmobiliario.
Sin embargo, consiguió a finales de este año un importante respiro al privatizar la concesión de ATLL durante 20 años, en una puja a la que acudieron Acciona y Aguas de Barcelona. El consorcio liderado por Acciona se adjudicó las aguas por 995 millones, de los cuales 300 tienen que ser desembolsados ahora y el resto, a 20 años. Hacienda quiere que la compañía de los Entrecanales abone los 300 millones cuanto antes, de modo que puedan contabilizarse para rebajar el déficit de Cataluña en este ejercicio.
Hasta el 30 de enero de 2013, se pueden incluir anotaciones en las cuentas y los técnicos del Ministerio de Hacienda están duplicando sus esfuerzos para que en las autonomías no se cuelen más gastos en los últimos días como era práctica habitual en la Administración del Estado para retener partidas en los ejercicios siguientes.
Todos los gobiernos autonómicos pasan constantemente por Hacienda para rendir cuentas en lo que se ha bautizado popularmente como ‘el confesionario’. Las elecciones han retrasado algo este proceso en Cataluña y han obligado a Montoro a enviar la carta con las medidas correctivas más tarde, a pocos días de que acabe el año natural.