Las participaciones de Deutsche Bank, el mayor instituto financiero alemán, cayeron este viernes hasta su mínimo histórico intradía, una jornada después de una turbulenta junta de accionistas en la que se abordaron los problemas de la entidad y el fracaso de su fusión con Commerzbank.
Apenas media hora después de que abriese el parqué de Fráncfort, a las 9.28 hora local (7.28 GMT), los títulos de Deutsche Bank se derrumbaban hasta los 6,32 euros.
Las acciones se recuperaron levemente en los siguientes compases de la sesión, aunque a mediodía seguían por debajo de los 6,46 euros a los que cerró el jueves, lejos de los 6,91 euros a que se llevaron a cotizar en la tarde del pasado lunes, marcando el máximo intradía de esa jornada.
Estos valores, sin embargo, distan mucho del máximo de 11,19 euros a que se negociaban los títulos de la entidad el 31 de julio de 2018, cuando se registró su valor máximo en los últimos doce meses, y de los 46,90 euros en los que se situaron el 15 de abril de 2010.
Tendencia claramente bajista
Desde entonces la tendencia de las acciones ha sido claramente bajista. Esto se ha debido en parte a las dificultades que han sufrido muchas entidades financieras para navegar en un entorno enrarecido por la crisis económica y los nuevos estándares de liquidez.
Pero en el Deutsche Bank también han pesado los escándalos en los que se ha visto involucrada la entidad, desde la comercialización de las hipotecas basura en Estados Unidos a la manipulación de LIBOR, pasando por el blanqueo de dinero ruso y su aparición en los Papeles de Panamá.
Desde 2010 la mayor entidad financiera alemana ha tenido cinco presidentes y ha debido destinar miles de millones a multas, aunque en la actualidad ya ha superado la mayoría de los procesos judiciales en que se había visto inmersa.
El actual presidente del banco, Christian Sewing, aseguró este jueves en la junta de accionistas estar dispuesto a llevar a cabo "duros recortes" en la división de banca de inversión para "agilizar la transformación" de la entidad, apostando por "los negocios rentables y en crecimiento". Tras registrar pérdidas anuales desde 2014, el Deutsche Bank logró cerrar 2018 en terreno positivo y consiguió un beneficio neto atribuido de 267 millones de euros en 2018.