BBVA ha superado una de las juntas más tensas de su historia. El banco ha sabido salir airoso del encuentro gracias al paso a un lado dado por Francisco González este jueves. Carlos Torres ha comenzado su exposición sacando pecho por el nuevo banco que viene, más inclusivo y digital. Su mensaje esperanzador ha contrastado con las críticas vertidas por los representantes de los sindicatos, antiguos empleados, accionistas y el expresidente de Sacyr.
Y es que, aunque el expresidente haya dimitido de todos sus cargos, los accionistas no han perdido la oportunidad para pedir explicaciones a Carlos Torres sobre el futuro de González, porque aun hay muchas preguntas que no han obtenido respuesta. ¿Ha cobrado ya la pensión que asciende a 80 millones de euros?¿Tendrá que devolver parte de su retribución variable?
Sea como fuere, estas cuestiones se han quedado sin solución. El banquero se ha escudado en que el sueldo de 'FG' no estaba en ningún punto del día. Pero tampoco estaba en la orden dar respuesta sobre el caso Cenyt y se ha querido aclararlo.
Los accionistas
Francisco Egea Franco, representante de diferentes sindicatos ha pedido "tolerancia cero" con el caso Villarejo y ha exigido al banco que "cumpla con lo prometido". Más tajante se ha mostrado el representante del sindicato gallego CGT, que ha comparado la situación de BBVA con una "película de la Guerra Fría".
"Exigimos que cumpla con todo los requerimientos de la Audiencia Nacional en plazo y proponemos que devuelva lo cobrado [Francisco González] y que se revierta en la plantilla, como planes de empleo o pagas de beneficio hechas en 2018 y 2019", ha reclamado el representante de CGT.
La sombra es tan negra y grande que ensombrece los resultados
La accionista Raquel Puig Pérez ha recomendado a la dirección del banco que sea "más comedida y que tenga en cuenta que esto es una crisis "institucional". Una demanda a la que se ha sumado también Carmen García González, que ha asegurado que las noticias publicadas "cuestionan muy gravemente la llevanza de la entidad" y que la "sombra es tan negra y grande que ensombrece a los resultados de la entidad e incluso podría dejar lastrada su presidencia si no se toman medidas reales".
Desde el País Vasco, Francisco Arres Igor Etxegurrua ha sido el interventor que más ha 'hurgado en la herida'. Durante los cinco minutos que ha estado hablando ha leído una carta paralela, que bajo su criterio, es la que tendría que haber enviado González. Decía lo siguiente:
"Agradezco a Deloitte haberme acompañado en los momentos difíciles y a los accionistas su labor de apoyo cuando la acción se movía de forma descendente, mientras mi patrimonio crecía (...) mi pensión equivale a la de 2.000 trabajadores y agradezco a los accionistas y trabajadores la paciencia por las inversiones fallidas por mi", ha ironizado.
Carlos Torres es la garantía de la obre de 'FG'
El accionista se ha mostrado aún más duro cuando ha asegurado que Carlos Torres y su equipo es la "garantía de la obra de FG" y que por eso ha perdido la confianza en la dirección del banco.
El representante de los exempleados del BBVA Paulino García Torraño ha criticado la tardanza en la crisis por el escándalo de Villarejo. "Ha perjudicado al banco y al accionista. ¿Cómo es posible que hayan fallado todos los controles internos?", se ha preguntado.
Sacyr y el Gobierno de 'ZP'
Tras el varapalo del accionista vasco llegó el turno de Luis del Rivero, el expresidente de Sacyr. El empresario ha asegurado que si la siderúrgica hubiera tenido el apoyo de Zapatero, la operación hubiera triunfado. Del Rivero, con una voz que se le iba cortado cada vez más que se acercaba el final, leyó un discurso que se llevaba preparado de casa, casi institucional.
Del Rivero ha afirmado que la operación de Sacyr estaba respaldada por 81 de las 82 familias fundadoras del BBVA y ha aprovechado para lanzar un dardo a ‘FG’ sobre las cuentas del año 2000, que bajo su criterio sirvieron para acabar con todos los consejeros que venían de la época del primer BBVA. Una lista encabezada por Emilio Ybarra.
Sobre la herencia de González, el accionista del BBVA ha dicho que ha dejado un banco con una acción un 32% por debajo y con un agujero de 3.000 millones por culpa del banco turco Garanti. Asimismo, ha recordado errores de dirección como la no venta de la entidad en Venezuela por 1.000 millones de euros o la venta de Chile, con mayores plusvalías.
Asimismo, ha espetado al banquero González que se haya llevado 250 millones de euros, mientras hundió un 30% la acción. Y ha comparado esta retribución con la de su par Emilio Botín, que según sus palabras sólo cobró 75 millones de euros.
Torres, reelegido con el 98% de los votos
A pesar de todos estos reproches, el actual primer espada del banco fue reelegido para los próximos tres años por el 98% de los votos, una cifra mucho más elevada que la de Francisco González, que en su última prueba de fuego obtuvo el 96%. Ni que hablar de la reelección de 2013, cuando se quedó con el apoyo del 90% de los accionistas.