La actividad industrial en España contuvo su caída en junio hasta acercarse "a la estabilización" en un mes todavía afectado por la pandemia de coronavirus, pero en el que los empresarios se mostraron optimistas de cara al futuro por primera vez desde febrero.
El índice IHS Markit PMI del sector manufacturero español publicado este miércoles por la consultora Markit se situó en junio en 49 puntos, el nivel más alto desde febrero y muy por encima de los 38,3 puntos de mayo, pero todavía por debajo del umbral de 50 puntos que marca la diferencia entre crecimiento y decrecimiento.
La producción cayó en junio a un ritmo más lento que en meses anteriores en línea con la reapertura de la actividad, aunque la pandemia siguió afectando a la demanda y a los pedidos para exportación, un declive que mantuvo la destrucción de empleo entre las tasas más elevadas desde la crisis financiera.
La industria también se vio afectada por el retraso en la llegada de los suministros por las dificultades del transporte y la escasez de existencias, al tiempo que sus precios continuaron a la baja por el abaratamiento del combustible y las rebajas de los proveedores.
También los fabricantes de manufacturas redujeron "drásticamente" sus precios de venta.
De cara al futuro, la confianza de los industriales volvió a situarse en terreno positivo en junio ante la relajación de las medidas de confinamiento y "a medida que aumentan las esperanzas de que la recuperación de la pandemia esté en marcha", apunta en el informe el director económico de IHS Markit, Paul Smith.