Se avecina tormenta en el sector aeronáutico. Dos de las principales empresas españolas que fabrican componentes para Airbus, Alestis y Aciturri, ultiman cerca de 900 despidos esta semana, a partir del 1 de octubre. Los sindicatos luchan por que las directivas de ambas empresas paralicen esta vía y opten por alargar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), pero fuentes sindicales reconocen a Vozpópuli que "el tiempo se agota" y están lejos de alcanzar un acuerdo.
Las aerolíneas han perdido gran parte de su negocio por culpa del coronavirus y han cancelado o aplazado pedidos a los grandes fabricantes de las aeronaves -como Airbus, Boeing o Embraer-, lo que está generando un colapso en todo el sector que podría acabar con al menos 4.000 empleos este año en nuestro país, tal y como informó este medio. Los trabajadores inician en estos días paros y movilizaciones a modo de protesta.
Ante el desplome sufrido en los niveles de producción, las empresas auxiliares Alestis y Aciturri cerrarán el periodo de negociación de dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) por causas productivas el próximo miércoles 30 de septiembre. La primera (en la que el Estado tiene una participación del 24% a través de la SEPI) pretende acabar con 587 puestos de trabajo, de los 1.366 que tiene en total. Por su parte, Aciturri (dueña del 76% restante de Alestis) destruirá 271 empleos de una plantilla de 1.021 trabajadores.
A estos despidos pueden sumarse los de los fabricantes vascos ITP Aero y Aernnova. El primero, controlado por la multinacional Rolls Royce, también ha comenzado la negociación de un ERE a partir del 16 de octubre para 319 trabajadores, un 15% de su plantilla global (alrededor de 2.000 trabajadores). Sin embargo, fuentes sindicales informan a Vozpópuli de que Aernnova aún no ha abierto el proceso de negociación y pretende prolongar los ERTEs a 650 empleados en España.
Airbus no mejora sus previsiones
Todo parecía aclararse a finales de julio, cuando el Gobierno comprometió nuevos pedidos a Airbus a cambio de minimizar los despidos en España. Sólo la multinacional pretende reducir su plantilla en cerca de 1.600 puestos de trabajo, aunque aún no ha iniciado el proceso de negociación con los agentes sociales, según informan fuentes cercanas a la empresa a este medio. Sin embargo, su consejero delegado, Guillaume Faury, disparó de nuevo las alarmas la semana pasada al advertir de que "la situación ha empeorado".
"Las aerolíneas están en una situación más difícil de lo que esperábamos tras el verano", apuntando a la necesidad de realizar ajustes en su plantilla. "El Estado pone dinero en inversiones y ayudas pero no tiene una repercusión favorable en el sector. De forma privada, Airbus está transmitiendo a las organizaciones sindicales que hará falta incluso un recorte de empleo superior al anunciado (1.600)", indican fuentes del sector a Vozpópuli.
En este sentido, los sindicatos esperan que Airbus les comunique formalmente esta semana la necesidad de comenzar las negociaciones. Paralelamente, Gobierno, patronal y sindicatos han iniciado las reuniones para elaborar un 'Plan de choque' para el sector aeronáutico nacional, en los que se encuadran los nuevos contratos para Airbus y fórmulas que permitan reforzar la industria auxiliar. La próxima reunión se celebrará el próximo lunes 5 de octubre, según ha podido saber este medio.
Una macrofusión para reforzarse
El sector aeronáutico analiza una posible fusión de las tres principales fabricantes de aeroestructuras (Alestis, Aciturri y Aernnova) como solución a la crisis que sufren estas compañías. De esta operación resultaría una de las compañías más grandes del país, con alrededor de 6.000 trabajadores. No obstante, fuentes del sector señalan que esta operación tardará meses en llegar, en todo caso después de un posible acuerdo en materia laboral.
"Estamos abiertos, siempre y cuando se mantengan las plantillas en todas las empresas y la operación sirva para que aumenten su capacidad de competir en el mercado y generen más trabajo en el futuro", señalan los sindicatos, que de momento aguardan un plan de choque para hibernar temporalmente el empleo y mantener la viabilidad de las empresas.