A Angela Merkel se le están yendo de las manos las obras del Servicio Federal de Inteligencia o Servicio Federa de Información (conocido como BND, las siglas de Bundesnachrichtendienst). Con la llegada del otoño, en la Cancillería se han encontrado con que el presupuesto ha aumentado 101 millones de euros más, y ya son 912,4 M. los que tendrán que abonar las arcas públicas alemanas para trasladar las oficinas centrales de este organismo a Berlín.
En 2005, la construcción de la nueva sede iba a costar 720 millones de euros. Tres años después, en 2008, el precio del complejo subió, aunque no mucho, hasta 730 millones de euros. En 2010 ya eran 811 millones de euros. Y así se quedaron las cuentas, hasta que el periódico Berliner Zeitung añadió 101 millones más a la factura hace unos días.
Este último aumento de precio se debe a problemas en la instalación del sistema de ventilación del edificio, y es que este complejo de 280 metros de largo por 150 de ancho necesita nada menos que 12 kilómetros de conductos, que se llevan 10 millones del presupuesto según el diario Die Welt.
Pero aún hay previsión de más gastos: según explicó el presidente del BND, Gerhard Schindler, el pasado mes de agosto, el precio final de la sede berlinesa del BND, una vez finalizado el traslado de los 4.000 empleados que allí trabajarán, será de 1.300 millones de euros.
Sin fecha de inaguración
El Servicio Federal de Inteligencia es un organismo que depende directamente de la oficina del canciller. Actualmente, tiene su sede central en Pullach, una localidad bávara de menos de 9.000 habitantes, aunque este organismo lleva años planeando la mudanza a Berlín. De hecho, tiene incluso un departamento dedicado únicamente al traslado a las nuevas oficinas de la capital, que, se espera, estarán operativas en un futuro próximo.
El problema es que aún no hay fecha para ese futuro. En un principio, la mudanza tendría que haber comenzado en 2011 pero se retrasó por problemas técnicos. Ahora, la prensa alemana apunta a que el traslado de los 4.000 trabajadores que deben moverse a este complejo en el centro de Berlín se efectuará de manera escalonada entre 2014 y 2016.
En vista de la situación, no es de extrañar que un tercio de los empleados del BND quieran quedarse en Baviera.
