La farmacéutica Almirall anunciaba ayer su decisión de hacerse con la licencia en Europa del lebrikizumab, un tratamiento contra la dermatitis atópica en desarrollo de la farmacéutica estadounidense Dermira, por un valor de más de 144 millones de euros. A cambio, espera obtener más de 450 millones de euros anuales en ventas.
Se trata de una de las mayores apuestas de inversión llevadas a cabo por el laboratorio español en los últimos años, que sufrió importantes pérdidas por los problemas causados por su filial estadounidense, Aqua Pharmaceuticals.
Con la compra del lebrikizumad -que comenzará a comercializarse en 2023- Almirall espera revertir su suerte, ya que de acuerdo con el informe de previsiones remitido por la propia compañía a la Comisión Nacional de Mercados y Valores (CNMV), prevé alcanzar un pico de ventas de hasta 450 millones de euros anuales sólo con su nuevo medicamento.
La compra del nuevo 'superventas' de Almirall no ha sido sencilla, ya que ha supuesto un enorme desembolso en un momento en el que el laboratorio catalán estaba comenzando a recuperarse de las pérdidas causadas por Aqua Pharmaceuticals, adquirida en 2014.
Un 60% de la facturación
Durante 2018, la farmacéutica catalana logró obtener un beneficio neto de 77,6 millones de euros, dejando atrás las pérdidas de casi 304 millones de euros registradas en 2017.
El laboratorio sumó durante el año pasado una cifra de negocio de 811 millones de euros en 2018, un 7,3% más que el año anterior. De estos, 756,9 millones correspondieron a las ventas netas. En el caso de que el lebrikizumab saliera a la venta en Europa este mismo año, sus ventas equivaldrían al 60% de la facturación actual de Almirall.
El mercado dermatológico es un filón poco explotado dentro del sector farmacéutico, y en el caso de la dermatitis atópica, una enfermedad cutánea que afecta a más del 20% de niños en España, la oportunidad de negocio es aún mayor.
Desde Almirall aseguran que se trata de un “mercado desatendido y en crecimiento”, ya que es una enfermedad que se expande a raíz de factores como la contaminación ambiental. Se estima que de cara a los próximos 10 años, el mercado de productos destinados a esta enfermedad supere los 21.000 millones de dólares a nivel global.
Apoyo de la UE
Por otra parte, la farmacéutica catalana ha contado con algo de ayuda para llevar a cabo su conversión estratégica hacia el sector dermatológico. La Unión Europea, a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha concedido a la compañía un préstamo por valor de 120 millones de euros para financiar "nuevas indicaciones terapéuticas para pacientes con enfermedades de la piel severas", según han informado en un comunicado.
El acuerdo entre el BEI y Almirall forma parte del Plan de Inversiones para Europa – el Plan Juncker – que permite al BEI incrementar su apoyo a inversiones en proyectos que contribuyen a aumentar el crecimiento económico y el empleo. Según han explicado desde la institución europea a través de un comunicado, Almirall podrá beneficiarse de las condiciones favorables de la financiación BEI, tanto en plazos de amortización como en tipos de interés hasta el año 2022.
