Telefónica corre riesgo "muy seriamente" de perder los derechos de la NBA a partir de la temporada 2025/2026, que le permiten ofrecer esta competición a sus clientes, tal y como aseguran fuentes del sector de total solvencia a Vozpópuli. Una situación complicada porque el volumen de clientes que contrata Movistar -la marca audiovisual del operador de telecomunicaciones- por tener acceso a la liga de baloncesto más célebre del mundo es considerable.
El último contrato firmado fue en 2020, en pleno coronavirus y con un contexto económico complejo debido a la caída de publicidad y de contrataciones de suscripciones. "Han sido 25 temporadas en las que hemos podido ver los decisivos anillos de Michael Jordan, la carrera de Kobe Bryant, la llegada de Pau Gasol y el resto de jugadores españoles, el reinado de LeBron James, el showtime de los Warriors de Stephen Curry y el comienzo de jugadores reconocibles para nuestro baloncesto como el impacto de Luka Doncic", dijo en su día la compañía al anunciar la renovación del contrato. Un acuerdo que podría ser histórico debido a que la nueva NBA tiene nuevas novias para que sus partidos se vean en España.
La empresa que está pujando con más fuerza es Amazon, quien ya alcanzó este verano en Estados Unidos un acuerdo, a través de Prime Video, por el cual se hizo con los derechos de prensa de la competición que arranca en la temporada 2025-2026 y de algunos partidos. Un hecho que indica que la estrategia de la compañía es expandir la adquisición de estos derechos fuera de sus fronteras.
Amazon Prime Video ya ha comprado en Estados Unidos parte de los derechos de la NBA para los próximos 11 años. Esto le permitirá ofrecer en España hasta 20 partidos por temporada, incluidas finales
El acuerdo fue comunicado en su día la corporación fundada por Jeff Bezos, que informó en el mismo de que "Prime Video también adquiere los derechos de cobertura exclusiva de todos los partidos del Torneo Play-In de la NBA SoFi de postemporada, los partidos de playoffs de primera y segunda ronda y las finales de conferencia en 6 de los 11 años del acuerdo. Prime Video distribuirá su paquete de partidos en EE. UU. y otros países", por un montante total de 75.000 millones de euros, una cifra nunca antes abonada.
En cuanto a los países y partidos que incluye el acuerdo, concluyó que se trata de "un paquete ampliado de partidos en determinados territorios, como México, Brasil, Francia, Italia, España, Alemania, Reino Unido e Irlanda. Este paquete ampliado incluye un mínimo de 20 partidos adicionales de la temporada regular en horario estelar cada año, una serie de finales de conferencia cada año y las finales de la NBA en 6 de los 11 años".
El monopolio de Movistar
Movistar nunca ha perdido los derechos televisivos de una de las mayores competiciones deportivas en el mundo. Fuera con Canal+ o con Digital+, la operadora ha emitido todas las temporadas desde 1995. Cada vez que se han renegociado los contratos, la televisión de Telefónica siempre ha ido con la certeza de que volvería a adquirir los derechos. ¿La razón? La falta de pujantes por un producto "excesivamente caro", como explican fuentes del sector, y del que hay pocos actores dispuestos a pagar el montante. Las mismas fuentes consultadas indican que Movistar+ paga alrededor de tres millones de euros por temporada.
Precisamente, la falta de competencia ha irritado históricamente a los dueños de la NBA, que siempre han buscado fórmulas para que su producto se revalorizara y pudiera haber diversos agentes pujando por el producto, algo que nunca ha sucedido. Por eso, y con los nuevos tiempos y con importantes OTT con mucho dinero en la cartera para saltar la banca, los dueños de la competición "ven con buenos ojos" que haya un cambio de manos en España.
De hecho, como indican fuentes del mercado, NBA no dudaría "en llegar a un acuerdo" con una televisión nueva. "Si las ofertas son similares, que lo podrían ser, los directivos se van a ir decididamente por la opción qu no sea Movistar, por la sensación de desventaja que han tenido durante muchos años a la hora de no firmar un acuerdo a la altura de sus exigencias".