“Cualquier cosa que los británicos decidan, Banco Santander seguirá en Reino Unido”. Así de contundente se ha mostrado Ana Botín, presidenta de la entidad española, respecto de la posibilidad de que en el futuro referéndum se produzca una salida del país de la Unión Europea.
Botín, que ha recalcado los fuertes intereses del banco en las islas (son el segundo inversor extranjero) ha dejado en manos de los ciudadanos la decisión de votar o no por el Brexit, si bien ha apostado claramente por la unión: “Por motivos de empleo, de seguridad, de sostenibilidad… creo que todo lo podremos resolver mejor si continuamos juntos”, recalcó.
Botín hizo estas declaraciones en una mesa redonda organizada por el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) y celebrada este martes en Madrid. En la misma, además de la presidenta de Santander estaban su homólogo en BBVA, Francisco González, así como los presidentes de HSBC (Douglas Flint) y de Credit Suisse (Urs Rohner), debatiendo sobre los principales desafíos del sector bancario a nivel internacional.
A este respecto, González enumeró los que a su parecer son los principales retos de la industria bancaria. Por un lado está el entorno económico y los tipos negativos, que pueden ser “mortales” para el sector. Además, citó la creciente regulación como un problema todavía sin solución. Pero si hay un desafío por delante, en su opinión, está la disrupción tecnológica en la que está sumida la economía.
“Es un asunto muy importante. Hemos estado trabajando durante los últimos diez años para tratar de adivinar dónde va el negocio. Hemos cambiado recientemente nuestro management para poner a gente experta en tecnología y banca, para ser capaces de unir ambos mundos. Por primera vez estamos entendiendo qué tenemos que hacer”, reconoció.