El avance preliminar de un informe todavía sin terminar solicitado por el consorcio Al Shoula, encargado de la construcción del AVE en Arabia Saudí, ha metido miedo en el cuerpo a los directivos de la sociedad hispano-saudí. Se trata de un estudio destinado a calibrar la demanda potencial de viajeros que tendrá el llamado AVE a La Meca, cuyo número medio de pasajeros rondará los 60 millones anuales, según se dice desde el 26 de octubre de 2011, día en que la amalgama de empresas españolas se hizo con el contrato.
El estudio maneja varios escenarios para el AVE, algunos favorables y otros menos. Pero, al parecer, ha causado una impresión desazonadora: tras arrojar las primeras hipótesis, los directivos del consorcio ya rebajan la cifra de viajeros de 60 a 30 millones al año. Así lo ha podido saber este medio a través de distintas fuentes relacionadas con el PP y con Renfe Operadora. Aún no es oficial, pero el número de usuarios que tendrá el también apodado 'AVE de los peregrinos' ha caído a la mitad. De un plumazo.
Varios picos de viajeros
Según las mismas fuentes, cuando se oficialice esta problemática brotarán más dudas en torno a la rentabilidad del proyecto. La cuestión no es baladí: una de las claves del tren de alta velocidad que circulará por la Península Arábiga es que el consorcio prevé recuperar parte de la inversión a través de los ingresos de explotación por operar las máquinas.
Perder la mitad de viajeros un año y medio después de la adjudicación mermaría sobremanera la capacidad recaudatoria de Al Shoula. No obstante, no se ha llegado a ninguna conclusión porque el pico de pasajeros variará en función de la temporada, especialmente cuando la masa de peregrinos sea más abundante.
El caso del AVE brasileño
Arabia Saudí cuenta con 28 millones de habitantes y con el precio del crudo por los suelos, lo que facilita la alternativa del vehículo terrestre. En términos globales, el 'AVE de los peregrinos' conectará los 450 kilómetros que separan las ciudades de La Meca y Medina y será explotado durante 12 años por el consorcio ganador del contrato, valorado en casi 7.000 millones de euros.
Un incidente similar ocurrió con el AVE brasileño, el famoso 'tren bala'. En 2011, el Ministerio de Transportes suspendió la multimillonaria licitación de una parte del Río-São Paulo-Campinas porque las expectativas de 33 millones de viajeros anuales cayeron hasta un 60% (similar al de Arabia Saudí, con 511 kilómetros pero sin la inconveniencia de rodar en el desierto).
