Lo tenía todo para ser una de esas estaciones fantasma: alejada del núcleo urbano, próxima a localidades con poca población, sin el respaldo de un estudio de viabilidad serio y el hecho de ser uno de esos lugares de paso (como Tardienta, Puente Genil, Guadalajara-Yébenes o Antequera) hacia urbes más importantes. Un cóctel llamado Estación de AVE de Villena, al noreste de la provincia alicantina: una terminal en la que casi pasan más trenes que viajeros seis meses después de la inauguración de la línea Madrid-Alicante.
El medio año se cumple el próximo día 17 con un balance desazonador: al día pasan entre seis y siete trenes (cuatro o cinco Alvia y dos AVE), pero tan solo 10 pasajeros diarios de media. Son datos que ha obtenido este medio sobre la recogida estación a partir de fuentes anónimas de Renfe y Adif, de los que también se ha hecho eco la prensa regional. El AVE a Alicante, en cambio, goza de una ocupación “excelente” superior al 90%, según las mismas fuentes. Esto se debe, en parte, a los agresivos descuentos que Renfe ha lanzado para la alta velocidad.
Peor que Requena-Utiel
La estación, de 41.000 metros cuadrados, empezó a licitarse en 2009 y fue inaugurada el 17 de junio de 2013 por el Príncipe Felipe, Mariano Rajoy o Alberto Fabra, entre otros. Su diseño, como el de tantas otras terminales AVE, es puntero y novedoso, con una infraestructura bioclimática y un kilómetro de andén. Tuvo un coste de 11,5 millones de euros, con un sobreprecio de más de tres millones. La localidad de Villena (35.000 habitantes) está a seis kilómetros.
Empezó francamente mal: cuando los presidentes de los gobiernos central y autonómico y Su Alteza Real levantaron la placa inaugural, no había ni una cafetería pese a que el espacio interior era realmente grande. Se advirtió de que si no se fomentaba el uso del tren, Villena corría el riesgo de padecer lo mismo que la estación de Requena-Utiel (en la línea Madrid-Valencia), con una ocupación diaria de 50 personas. No fue lo mismo, fue peor. Requena-Utiel recibe cinco veces más usuarios.
Sin lanzaderas
La acogida ciudadana ha sido tan ridícula que en septiembre, dos meses y medio después de su estreno, el Consell valenciano decidió suprimir el servicio de lanzadera que la conectaba con municipios cercanos. En teoría, la estación de Villena abarca las comarcas del Alto y Medio Vinalopó, así como el Corredor albaceteño de Almansa y el Altiplano Murciano.
Según el diario Información, hay algo salvable en esa terminal. “El aparcamiento privado”, dice el rotativo”, “es en estos momentos el servicio más utilizado del nuevo complejo ferroviario. No obstante, al encontrarse el edificio rodeado de campos, los conductores no tienen ningún problema en encontrar aparcamiento fuera”. Por si sirviera de consuelo, el Ministerio de Fomento, que es el que decide dónde van y dónde paran las líneas de alta velocidad, todavía mantiene una terminal en Zamora que parece mucho más ruinosa que la de Villena.