China continúa en su particular crisis inmobiliaria tras caer de nuevo en agosto los precios de las viviendas. La Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país asiático ha comunicado que en las principales capitales, como Pekín (norte), Shanghái (este) o Cantón (sur) el precio de los pisos nuevos bajaron un 0,3 % respecto al mes anterior, mientas que en las ciudades de segunda y tercera gama descendieron un 0,7 % y un 0,8 %, respectivamente.
Por otra parte, el precio de las viviendas de segunda mano cayeron un 0,9 % respecto al mes anterior para las ciudades de primer nivel, mientras que las de segundo y tercer nivel bajaron un 1 % y un 0,9 %.
En mayo, las autoridades chinas lanzaron un amplio paquete de medidas para tratar de reflotar el sector inmobiliario, con unos 42.250 millones de dólares en créditos para proyectos de viviendas subsidiados o la reducción de las cuotas de entrada necesarias para adquirir casas, instando asimismo a los gobiernos locales a comprar a las promotoras terrenos no urbanizados o inmuebles no vendidos.
Desde entonces, además, numerosas ciudades han anunciado medidas para facilitar la compra de vivienda, entre ellas algunas de las más importantes del país, como Shanghái, Shenzhen o Cantón.
También hoy, la ONE indicó que la inversión destinada a la promoción inmobiliaria cayó un 10,2 % interanual en los primeros ocho meses del año.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.