No todo son buenas noticias para la banca en la nueva era de subida de tipos. Los riesgos sobre la economía han encendido las alertas de las entidades, que temen que la escalada incesante de la inflación, que en España supera el 10%, y la amenaza de recesión disparen la morosidad, según un informe de la agencia de calificación Scope Ratings. Y el previsible endurecimiento de la política monetaria para atajar la inflación puede añadir todavía más presión.
El Banco Central Europeo (BCE) ya prepara otra subida de medio punto del precio del dinero en septiembre, como sugirió Isabel Schnabel, miembro del Consejo de Gobierno del organismo. La preocupación del BCE por la inflación, que en la eurozona ha alcanzado el récord histórico del 8,9%, no se ha aliviado tras el cambio de paso decidido el mes pasado, con la primera subida de tipos en once años. Incluso el banco central empieza a hablar abiertamente de la posibilidad de que Europa entre en recesión económica.
El euribor ha acelerado al descontar otra subida de tipos en septiembre y pondrá más dificultades para pagar las hipotecas"
La declaración de intenciones del BCE de cara a su reunión del 8 de septiembre aceleró la subida del euribor, el principal indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España. El pasado viernes se disparó hasta el 1,258% en tasa diaria en un movimiento de anticipación a otra subida de tipos. La tasa media provisional de agosto se sitúa cerca del 1,10%, frente al -0,498% de un año antes, lo que pondrá más difícil a los hipotecados a los que le toque revisión pagar la cuota. En el caso de un préstamo de 150.000 euros a 30 años y un diferencial próximo al 1%, la subida mensual en las hipotecas superaría los 100 euros.
"El riesgo de formación de créditos morosos ha aumentado considerablemente. Para los bancos, los riesgos emergentes se suman a las vulnerabilidades identificadas antes y durante la pandemia, aunque los riesgos crediticios específicos aún no se hayan materializado. La acumulación de bolsas de riesgos es preocupante", advierte Nicolas Hardy, subdirector de instituciones financieras de Scope Ratings.
Para la agencia de calificación, la subida del precio del dinero provocará nuevos "grupos" vulnerables entre los clientes de los bancos, que serán más cautos en la concesión de crédito y subirán el precio en este segmento. También advierte sobre la exposición a los sectores y clientes afectados por el aumento de los precios de la energía, los alimentos y otras materias primas. "La presión no se limita a sectores específicos, lo que hace más difícil cuantificar los impactos. Mientras los riesgos macro aumenten, será difícil contener el riesgo de crédito", subraya.
Pero la situación de partida de la banca europea para afrontar una crisis no es tan preocupante, como matiza Scope Ratings. Las grandes entidades europeas tenían casi un billón de euros en activos tóxicos en 2015, pero el saneamiento masivo de los balances ha creado margen para absorber un incremento de los créditos fallidos, como pone de manifiesto la agencia de calificación. El stocks de NPL, como se conocen los activos morosos en el argot financiero, se han desplomado más de un 60% en el sector financiero europeo, hasta situarse por debajo de la barrera de los 400.000 millones de euros.
El impuesto, la puntilla para la banca
En España, las principales entidades del mapa bancario tienen controlada de momento la tasa de morosidad. Ninguno de los nueves grandes bancos supervisados por el BCE declararon en el primer semestre del año, las últimas cuentas publicadas, una tasa de impago superior al 4%. Y eso que existía cierto temor a un primer impacto de los créditos ICO avalados por el Estado, con el fin de la mayoría de las carencias en el pago del principal.
La subida de tipos también ha traído al sector bancario español un nuevo impuesto sorpresa. El Gobierno quiere recaudar unos 3.000 millones de euros en dos años aprovechando los ingresos extra que tendrán las entidades por la nueva política del BCE. El Grupo Socialista y Podemos, como partidos del Gobierno de coalición, registraron a finales de julio una proposición de ley para gravar el 4,8% de los ingresos por comisiones y el negocio típico. Los bancos darán la batalla legal contra el impuesto al considerar que es claramente inconstitucional y buscan aliados políticos para frenarlo o suavizarlo, como publicó Vozpópuli.
ma
La morosidad se ha comportado bastante bien hasta ahora. Claro, la subida de tipos del BCE para frenar una inflación de costes es un absurdo que, para tener éxito, va a requerir enfriar bastante la economía, llevando a mucha gente al límite
xaxonem
La banca tiene que estar preocupada, y con razón. Tienen más derechos los okupas que ellos en cobrar sus dineros. La fiesta la organizan los socialcomunistas. La banca, paga.