Banca

El revés de Santander en México da oxígeno a BBVA en plena crisis turca

Botín se queda fuera de la puja de Banamex para disputarle a Torres el liderazgo en el país azteca, que sólo está amenazado por Banorte.

  • La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, y el presidente del BBVA, Carlos Torres. -

Buena noticia para BBVA en el principal bastión del grupo. Santander se ha quedado fuera de la puja por hacerse con Banamex, el negocio de banca minorista de Citi, y seguirá lejos de disputar al banco presidido por Carlos Torres el liderazgo en México. La filial azteca es la locomotora de BBVA, que genera en el país más del 40% del beneficio y que en los últimos años ha logrado compensar la inestabilidad en Turquía y la baja actividad en España.

Santander entró en la subasta de Banamex y presentó una oferta no vinculante. Se había rodeado de asesores para tratar de 'asaltar' el principal mercado de BBVA, pero Citi ha rechazado la oferta del banco, como comunicó este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ana Botín ya había marcado las líneas rojas antes de entrar en el proceso para comprar Banamex: sólo se haría si se pagaba en efectivo, sin tener que recurrir a una ampliación de capital.

No ha trascendido la oferta económica de Santander, aunque en el sector se descontaba que la entidad no tenía mucho apetito en la puja. Se estima que el negocio de banca minorista de Citi en el país azteca está valorado en una horquilla de entre 4.000 y 8.000 millones de dólares.

Santander se centrará ahora en crecer de forma orgánica en el principal mercado de su rival BBVA. El grupo presidido por Botín tiene 20,1 millones de clientes en México y declara una cuota de crédito del 14% y del 13% en depósitos, casi inalterada en los últimos siete años. La puja por Banamex ha coincidido con la elección de Héctor Grisi, el responsable de Santander en México, como consejero delegado del grupo. Grisi, quien ha labrado su carrera como ejecutivo bancario en el principal bastión de BBVA, tomará las riendas como número dos en sustitución de José Antonio Álvarez en enero de 2023.

Esta circunstancia se había interpretado en algunos círculos financieros como una apuesta por la compra de Banamex, cuya venta está previsto que se cierre a lo largo de la segunda mitad de este año. Santander era la única entidad con sede fuera de México que se había interesado en la filial de Citi. Y era difícil que pasará el corte de las autoridades regulatorias y políticas. De hecho, el presidente de México, Manuel López Obrador, ha defendido en público en varias ocasiones su preferencia por que un banco local se hiciera con Banamex.

BBVA no entró en la puja

BBVA renunció a comprar Banamex, la cuarta entidad de México, al considerar que tiene recorrido para reforzar su posición de liderazo. El grupo es el líder indiscutible en el país azteca en actividad comercial: controla el 23,9% de la cartera de crédito del sistema y concentra casi una cuarta parte de los depósitos bancarios. Y declara un balance superior al de Santander México en unos 46.000 millones de euros en activos. BBVA es fuerte sobre todo en banca al consumo, tarjetas y captación de nóminas.

Pero la amenaza sobre BBVA no se ha despejado de forma definitiva tras la salida de Santander de la puja. Banorte, que cuenta con una cuota superior al 13%, aún seguiría en el proceso y en caso de comprar la entidad estaría en condiciones de disputar el liderazgo del grupo presidido por Torres. La filial de banca minorista de Citi tiene una cuota de casi el 10%. De hecho, Banorte apunta como uno de los candidatos favoritos. También estaría en la batalla por hacerse con Banamex el Grupo Financiero Inbursa, propiedad del multimillonario Carlos Slim.

México se ha convertido en la principal palanca de BBVA para compensar la debilidad de otros países. En Turquía, que hasta ahora era el tercer mercado del grupo, la entidad aplica ya la contabilidad por hiperinflación, que le ha costado casi el 20% del beneficio declarado en el primer trimestre del año. Además, el grupo prevé una contribución "inmaterial" de la filial en Turquía, justo en el año en que ha elevado su participación en Garanti desde el 49,85% hasta el 86%. La cúpula defiende el potencial de crecimiento en Turquía por la bancarización de una población de más de 85 millones de habitantes y las conexiones comerciales con Europa.

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