La cúpula de Unicaja se siente “blindada” ante la amenaza de opa. En el seno del banco andaluz existe cierto nerviosismo por un contraataque del Sabadell para defenderse de BBVA, pero el equipo directivo considera que cuenta con un muro de contención ante cualquier intento de asalto: su núcleo duro de accionistas, según trasladan a Vozpópuli fuentes próximas a la entidad.
Fuentes oficiales de Unicaja prefirieron no hacer comentarios al respecto. La entidad goza de una estructura de capital sólida, que garantiza su respaldo a un proyecto en “solitario e independiente", como dejó claro ayer Isidro Rubiales, consejero delegado.
La clave, según las fuentes consultadas, es que la cúpula cuenta con un apoyo sin fisuras de más del 50% del capital. Esta posición de partida otorga “tranquilidad” al equipo directivo para enderezar la rentabilidad, aunque, como admiten fuentes próximas al banco, “nunca se sabe si te pueden lanzar una opa”.
La Fundación Unicaja, los dueños de Mayoral,Tomás Olivo y Santalucía conforman el núcleo duro que respalda el proyecto en solitario e independiente de la entidad andaluza
Tras la convulsión sufrida con la integración de Liberbank, los grandes accionistas de Unicaja optan por intentar aprovechar la inercia de tipos y evitar cualquier integración que despierte los fantasmas pasados.
Estabilidad accionarial
El núcleo duro de accionistas del banco andaluz está formado por la Fundación Unicaja, que controla el 30,2% del capital; Tomás Olivo, con más del 9% y que está en trámites para sentarse en el consejo; y los dueños de Mayoral; que tienen más del 8% del capital y ya cuentan con un sillón en el máximo órgano de gobierno.
“Tenemos un accionariado muy especial, que traslada su apoyo a seguir siendo un banco independiente", Isidro Rubiales, consejero delegado de Unicaja.
En esta férrea línea de defensa se puede incluir también a la aseguradora Santalucía, que tras el cambio de cúpula, reforzó su participación hasta el 5% del banco. Tan sólo tres meses después de que Rubiales sucediera a Manuel Menéndez, la aseguradora reafirmaba su apoyo a la gestión de Unicaja y su compromiso como “socio estratégico”, según anunció en su momento la compañía.
Pese al deber de pasividad que exige la opa de BBVA, el Sabadell se podría lanzar a por el sexto banco más grande de España siempre y cuando cuente con el aval de la junta de accionistas. En este caso, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no pondría reparos a esta operación.
“Tenemos un accionariado muy especial, que traslada su apoyo a seguir siendo un banco independiente. No está absolutamente contemplado otro escenario que no sea estar en solitario”, garantió ayer Rubiales en rueda de prensa en Madrid.
Aprovechar el ruido en BBVA y Sabadell
El equipo directivo está volcado en enderezar el rumbo tras la convulsa integración de Liberbank. Aunque detecta que el crecimiento del margen de interés, que mide el negocio típico, ya ha tocado techo por los aumentos de tipos. Ahora, la entidad pondrá el foco en revitalizar la actividad comercial y hacer crecer la financiación.
Una de las palancas puede ser aprovechar la fusión entre BBVA y Sabadell en caso de que la opa del primero triunfe. En ese momento espera captar sobre todo clientes de empresas, si bien la cúpula no se pone límites. “Queremos captar clientes vengan de BBVA, Sabadell, CaixaBank o del banco que sea”, dejó claro el consejero delegado de Unicaja.
Bankinter ha desbancado a Unicaja de la quinta posición en el ránking de activos. Pero esta pugna no preocupa a la cúpula, que apuesta en todo caso por ser rentable más allá de entrar o no en el top 5. “Queremos ser un banco rentable”, defendió el ejecutivo.
La entidad se fija alcanzar una rentabilidad sobre patrimonio tangible, conocida como ROTE, superior al 8,5% al final de 2024, desde el 6,5% con el que cerró junio. Este umbral aún no permitirá al banco cubrir el coste de capital.