Banca

Francisco González no descarta una gran compra en dos años

En una entrevista para El Mercurio ha analizado los retos del grupo BBVA

  • Francisco González, presidente de BBVA.

El presidente del BBVA, Francisco González ha hecho balance de sus años al frente del grupo financiero y analiza en una entrevista para El Mercurio de Chile los retos empresariales del banco. En el texto, reitera que se retirará a los 75 años. 

-¿Ve posible una gran compra?

"No descarto que haya operaciones físicas, porque esta posición en el mundo virtual nos da un posicionamiento como competidor. El mundo digital por naturaleza es de unos pocos, es de grandes plataformas, un mundo de escalas y, además, es global. Por lo tanto, va a ser muy difícil para competidores locales dar un servicio de ese calibre".

"Probablemente son más 10 que cinco años, pero claramente el mundo de los 20 mil bancos que compiten en el mundo real se va a reducir de forma drástica. Y ahí es donde juega nuestro papel. Si nosotros somos capaces de mejorar la experiencia con el cliente y vamos a reducir los costos unitarios muchísimo, y nuestros competidores no van a ser capaces de hacerlo al mismo ritmo, nuestra capacidad de negociación en el mundo físico en una potencial adquisición, va a mejorar. Eso lo tenemos claro. Si se va a producir dentro de dos años, dentro de cuatro años, esa es la incógnita".

-¿Por ahora no?

"Hombre, por ahora; mañana, no. Entre dos y cuatro años más, nosotros deberíamos tener una capacidad de negociación suficiente para provocar alguna operación física. Pero es una consecuencia natural de la evolución del banco".

-¿Chile entraría en una compra global o puede haber una compra de un banco local, como lo hizo Itaú con CorpBanca?

"El proyecto es global. Los grandes jugadores globales son los Facebook, los Google. ¿Qué quiero decir con esto? Que las plataformas van a ser globales y para poder vivir en el mundo digital tienes que trabajar con extrema transparencia, muy bajos márgenes, y la única manera de contrarrestar eso va a ser con escala, la escala tiene que ser muy, muy grande".

-¿Por qué se critica al modelo de libre mercado y a la globalización?

"Se está creando un nuevo orden mundial desde el punto de vista geopolítico. Estados Unidos de alguna manera está perdiendo relevancia por el propio acceso de China... Pero el factor crucial es el tema tecnológico. El gran debate es el papel que la revolución digital está ejerciendo sobre la economía. Estamos en un momento muy delicado, de transición, donde el número de puestos de trabajo que se destruye es mayor que el que se crea. Y eso provoca tensión, y eso ha pasado en todas las revoluciones industriales".

"Estamos creando un nuevo orden social, donde la robotización y la tecnología van a jugar un papel relevantísimo en la producción, distribución de todo tipo de bienes y el papel del hombre desde el punto de vista de su aportación a ese proceso productivo va a ser menor. ¿Qué hacemos con esas personas? Ese es el gran debate, pero lo que no se puede hacer es poner puertas al campo. No se puede culpar a la globalización y a la tecnología de este ajuste".

"Llegará un momento donde, después de este período de transición, el mundo va a crear mucha más riqueza, el grado de satisfacción desde el punto de vista económico va a ser mayor".

"No va a haber empleo para el tipo de trabajo que tenemos ahora; pero si la robotización y la tecnología nos pueden producir un mundo donde se necesita menos esfuerzo para producir bienes, pues hagamos eso".

-¿Estamos educando para ese cambio?

"No. Hay una brecha importante entre los sistemas de educación y lo que la sociedad va a requerir. Los sistemas educativos van por detrás de este cambio que crea tensiones, y cuando se crean tensiones surgen populismos que tocan determinadas fibras, la del empleo, apuntando a quienes ven, por ejemplo, que la producción se traslada a otros países. Pero no se dan cuenta de que mantener un cierto tipo de trabajo le da empleo a esa persona en particular, pero pierde la economía en su conjunto. Esta es la eterna disputa entre el corto, el mediano y largo plazo. Si miramos en el corto plazo, nos quedaríamos todos quietos, no haríamos nada, trabajaríamos 10 o 15 años más y no hay futuro".

-¿Esos movimientos populistas han tocado fondo?

"Creo que en España, en que tenemos un populismo de izquierda que es Podemos, ha tocado techo electoralmente. Estos populistas de izquierda tienen un discurso insostenible, hablan de fórmulas de hace 100 años y ya hemos visto el costo de libertad y sufrimiento que eso ha significado, no voy a poner ejemplos, todos los conocen. Pero que no nos vengan a hablar en el siglo XXI de ideas que no tienen nada que ver con la realidad, que son un fracaso total. Algunas están fracasando de forma total, en un país que todos conocemos".

El presidente de BBVA reitera que se retirará a los 75 años

"El populismo de derecha al final se toca con el de izquierda. Cambia el mensaje, algunos movimientos de derecha son absolutamente racistas, excluyentes y están mirando el bienestar de pocos y el resto no les importa para nada. Estos períodos de transición siempre son difíciles. Cuando aparece el ferrocarril, todo el transporte de caballos desaparece. ¿Había que parar el ferrocarril?".

-Pero ese conductor de caballos ahora puede organizarse a través de las redes sociales...

"Ese conductor de caballos tiene la oportunidad de explicar sus cosas y por eso hay una reacción más organizada. Eso lo pueden aprovechar los populismos (...) El progreso es imparable, crea situaciones de tensión y complejas, pero en el largo plazo todos ganan. Ahora, ¿cómo organizas a esa sociedad para que esa transición se haga bien y con información? Es la gran pregunta".

"Las redes sociales son una infraestructura fabulosa para transmitir mensajes, pero también se pueden transmitir mensajes erróneos y se puede transmitir muchas mentiras. Creo que estamos en ese momento de transición en que todos tenemos que aprender".

"No me preocupan los bancos como competidores"

-El desempleo ha caído en España, pero sigue en niveles altos. ¿No perpetúa eso la sensación de crisis?

"Se está creando mucho empleo en España, cerca de 500 mil por año. El desempleo va a seguir bajando. Creo que en los próximos cuatro años debería estar en el 14% a 15%, pero le recuerdo que en el momento más álgido de la economía española, en 2007, en que era imposible conseguir un trabajador, el desempleo era 8,5%, lo que significa que hay una parte de la economía sumergida. Por eso no hay tensiones sociales importantes en España".

-Usted ha dicho que de todas maneras se retira a los 75 años. ¿Qué metas espera ver cumplidas, considerando que en su período el BBVA se ha multiplicado varias veces?

"Yo me retiro sí o sí, y espero multiplicarlo un poco más en lo que me queda, dos años y medio. Creo que van a ser los mejores del banco. Tengo 72 años, llevo 20 años y en este momento estoy viviendo una segunda juventud profesionalmente. Creo que, en lo que me queda de mandato, el banco va a dar muy buenas sorpresas. A mí, la verdad, no me preocupan los bancos como competidores. Lo que me preocupa es que en los próximos cinco o 10 años el BBVA alcance un grado de madurez digital para competir con los verdaderos competidores, que van a ser los Google".

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