Banca

El Ibex catalán se opone a volver a Cataluña por la “tensión política permanente”

Los asesores financieros y legales advierten de que se reabriría la inseguridad jurídica que justificó el cambio de sedes en pleno desafío soberanista en 2017.

  • Torres de La Caixa en la Diagonal de La Caixa.

No habrá Operación Retorno a Cataluña. Las grandes empresas catalanas del Ibex 35 se oponen a mover de nuevo sus sedes sociales para regresar a la región catalana pese a las presiones de Junts al Gobierno. En el seno de estas compañías está claro que tienen “más que perder que ganar” y advierten de que una hipotética vuelta les expondría a una “tensión política permanente”, según trasladan a Vozpópuli distintas fuentes empresariales.

En un pacto  ‘in extremis’ para convalidar dos decretos clave para el Gobierno, Junts arrancó al PSOE a última hora del miércoles la derogación del Real Decreto del PP que facilitó la salida de empresas de Cataluña. Esta medida aprobada el 6 de octubre de 2017 fue una solución de emergencia para las empresas con sede en la región catalana, sobre todo para los bancos, que sufrieron una hemorragia incesante de depósitos en pleno desafío independentista.

“No está sobre la mesa. El clima político no es el más propicio para volver. Y más aún bajo amenazas de sanciones”, repiten en los últimos días en los despachos de las grandes empresas catalanas.

"Si vuelves, ¿te van a dejar o van a seguir presionando?", se preguntan con resignación en una de las grandes empresas catalanas que cambiaron de sede para protegerse del soberanismo

Volver a Cataluña abriría de nuevo el riesgo de la inseguridad jurídica, como alertan distintos asesores financieros y legales. Un error que dejaría a las empresas a expensas de la “incertidumbre regulatoria” de la Generalitat, como exponen en una consultora financiera internacional. “Si vuelves, ¿te van a dejar o van a seguir presionando?”, se preguntan fuentes internas de una gran empresa.

Carles Puigdemont y Pedro Sánchez en el Parlamento Europeo
Carles Puigdemont y Pedro Sánchez en el Parlamento EuropeoEFE

Caixa y Sabadell: bajo el paraguas del BCE

En el caso de CaixaBank y Sabadell, revertir la decisión de 2017 les pondría de nuevo en el foco de los inversores ante el riesgo de perder el paraguas del Banco Central Europeo (BCE). Esta fue, como recuerdan desde uno de los bancos, la gran motivación para mover la sede fuera de Cataluña. Se estima que las entidades financieras perdieron más de 30.000 millones de euros en depósitos a finales de 2017 por la incertidumbre.

"El decreto del PP de 2017 dio más poder al consejo de administración para poder mover la sede social sin convocar junta de accionistas

La presión se centra en La Fundación La Caixa (que los independentistas exigían a Pedro Sánchez traspasar su control a la Generalitat), CaixaBank y Sabadell. Para protegerse de la incertidumbre política, los tres tomaron decisiones históricas: trasladar sus sedes a Baleares, Valencia y Alicante, respectivamente.

Fuga a Madrid

La misma suerte corrieron otras empresas en las que La Caixa conserva importantes participaciones a través de Criteria, su brazo inversor. Fueron los casos de Naturgy (donde tiene el 26,71%) y Cellnex (con un 4,36%), que se trasladaron a Madrid, al igual que Abertis y Colonial.

Las empresas catalanas consideran, salvo sorpresa, como una decisión “inamovible” la salida de Cataluña. Lo que precisamente, según fuentes financieras, redunda en que los independentistas recurran a la fuga de empresas para tratar de sacar rédito político. “Asumen que no volveremos”, trasladan fuentes internas de uno de los grandes bancos catalanes.

La derogación del Real Decreto de la fuga de empresas supone tumbar un Decreto que refrendó el poder del consejo de administración para cambiar la sede sin convocar junta de accionistas, a pesar de que esta obligación se incluyera en los estatutos. Se trataba de una vía legal para facilitar la mudanza sobre todo a CaixaBank.

Carles Puigdemont defendió este asunto como una de las grandes reivindicaciones que planteó a Sánchez el 5 de septiembre en Bruselas. En ese momento, esgrimió el "ahogo sistemático de la economía catalana". Pero la presión ya ha levantado ampollas entre otros dirigentes políticos de las zonas de destino de las empresas que se fugaron. Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, se declaró "harto" por esta ensoñación recurrente del independentismo.

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