Los nubarrones de la recesión se ciernen sobre la banca. Y empiezan a aparecer las primeras estimaciones sobre el coste que tendría en el sector. Una profunda caída de la actividad económica en la zona euro obligaría a las entidades a provisionar hasta 150.000 millones de euros en Europa en 2023. Así lo pone de manifiesto un informe reciente de la agencia de calificación S&P Global Ratings, que da una probabilidad del 47% a este escenario.
Se trata de un volumen de provisiones superior al realizado en pleno Covid, en 2020. En Europa, este esfuerzo ascendió a 118.000 millones en las principales entidades de la eurozona, alrededor del 1,1% del total del crédito. Los bancos españoles, por su parte, dotaron unos de 8.000 millones, pero gran parte de esta 'hucha' se retuvo en los balances y se podría utilizar para absorber pérdidas de una eventual recesión.
"Una recesión en toda regla significaría una contracción en la actividad superior a una desviación del crecimiento potencial durante al menos dos trimestres, extendiéndose a través de geografías, sectores y el mercado laboral. Bajo esto escenario, los bancos centrales subirían las tasas de interés, lo que restringiría aún más la financiación del crédito", advierten los analistas de S&P Global Ratings.
Los analistas de S&P Global Ratings prevén en su escenario base que los tipos de interés en la zona euro se eleven hasta el 2,5% en el primer trimestre de 2023"
En este escenario adverso, la previsión de ganancias en el sector quedaría tocada y mermaría la rentabilidad del sector bancario, que regresaría a niveles inferiores al coste del capital, entre el 2,4% y el 4,6% el próximo ejercicio. Tampoco se descarta un empeoramiento de este escenario si la recesión es profunda.
En cualquier caso, la agencia de calificación crediticia considera que las entidades tienen capacidad de absorber el golpe de una recesión, sobre todo por el efecto positivo en el margen de interés por la subida de los tipos. De hecho, en su escenario base, contempla unos ingresos extra de entre 30.000 y 40.000 millones en 2023 para el sector bancario europeo propiciado por el cambio de era en la política monetaria. Y prevé que la subida del precio del dinero, fijado ahora en el 1,25%, pueda llegar hasta el 2,5% en el primer trimestre de 2023.
La recesión amenaza los dividendos
S&P Global Ratings avala la fortaleza de capital de los bancos europeos para aguantar el golpe de la caída de la actividad, aunque advierte de que la recesión amenazaría la política de dividendos. El 'pay out' (porcentaje de beneficio destinado a dividendos) de los bancos europeos se sitúa en un rango de entorno al 50%, incluyendo tanto abonos en efectivo como recompras de acciones, que se ha convertido en una herramienta más.
"Ante una recesión, los bancos de la eurozona también reducirían los pagos a los accionistas para preservar su capital. Y creemos que los reguladores probablemente empujarían a aquellas entidades más débiles en esa dirección", anticipan los analistas de la agencia de calificación crediticia.
Durante la pandemia, el BCE vetó el pago de dividendos para reforzar el capital de los bancos ante el previsible deterioro en las cuentas. Mantuvo esta prohibición de marzo a diciembre de 2020, cuando la flexibilizó y permitió abonar dividendos con un tope del 15% del beneficio acumulado de 2019 y 2020.
El supervisor levantó todas las restricciones sobre las política de remuneración al accionista el 30 de septiembre de 2021. En su momento, los banqueros se quejaron de que se discriminaba al sector respecto a otras industrias, a las que no se vetó el pago de dividendos.