La subida histórica del precio del dinero todavía no es suficiente. Los grandes bancos como Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter se resisten a recuperar en los escaparates de sus oficinas o en sus portales online los depósitos, cuando el Estado ya abona casi un 3% por las letras a doce meses, que sería la alternativa más parecida. El BCE ha detectado que el retraso lo utilizan los bancos para mejorar sus resultados disparando el margen de interés, que no es otra cosa que los ingresos por el negocio típico de tomar y prestar dinero.

¿Qué ha pasado desde que el BCE ha empezado a subir los tipos?

El Eurobanco cambió de rumbo en julio y puso fin a la era de tipos negativos. En su cruzada contra la inflación, que llegó a superar el 10% en la zona euro, ha subido el precio del dinero en 250 puntos básicos en menos de medio año. Y ha prometido mantener el ritmo alcista en las próximas reuniones de febrero y marzo.

¿Cuánto se han encarecido las hipotecas y los créditos?

Las hipotecas variables ligadas al euribor sufirán un aumento de la cuota en más de 3.000 euros al año. El euribor se ha disparado del 0,992% a más del 3% con el que cerró en 2022. Son niveles no vistos desde 2008, en la antesala de la crisis financiera. Y los créditos al consumo para afrontar gastos extra se concenden con un interés de más del 7,3%, el tipo más elevado desde 2015.

¿Ofrecen algún tipo de depósito los grandes bancos?

No. Aunque alguna entidad, como BBVA, comercializa a través de su web uno al 0,65% TAE, pero combinado con un fondo de inversión. Es decir, no está exento de riesgo. Y se dan casos estrambóticos como el de CaixaBank, que permite contratar online un depósito de hasta un año con una rentabilidad del 0% TAE, según el comparador financiero HelpMyCash.com.

¿Y cuál es la estrategia?

Los banqueros argumentan que hay excesiva liquidez en el sistema como para remunerar los depósitos. Y se están enfocando en las cuentas remuneradas para captar nóminas. El último movimiento ha sido el de CaixaBank, que ha replicado la cuenta de Bankinter que lleva en el mercado más de una década, pero para lanzarse a por nóminas de más de 2.500 euros, a las que ofrece un 5% TAE. Sabadell también apuesta por las cuentas remuneradas para captar clientes y paga un 2% el primer año, con un límite de 30.000 euros, y además da un regalo en efectivo de 175 euros por domiciliar la nómina.

¿Por qué ofrecen fondos y otros productos?

Las entidades también se vuelcan en vender fondos de inversión, que dan más rentabilidad, pero con los que el cliente asume más riesgo. Pero también están ofreciendo fondos ligados a la deuda pública soberana, italiana y española, con mucho menos riesgo. Los bancos aplican comisiones en los fondos, lo que es una forma de mejorar su partida de ingresos.

¿Es más seguro invertir en las letras del Estado?

A menos de un año se considera el producto más seguro. Se pueden comprar directamente en la web del Tesoro, aunque para ello se necesita de un DNI electrónico. También a través de las propias entidades o el Banco de España, que suelen cobrar comisiones y que en este último caso es del 1,5 por mil y hasta un máximo de 200 euros.

¿Hay otros bancos más pequeños que pagan por los depósitos?

Sí. Las opciones más atractivas se encuentran en los bancos online y en los extranjeros, que quieren aprovechar para arañar cuota a las grandes entidades. La Cuenta Facto de BFF Bank paga un 2,27% TAE a seis meses y un año. EBN está ofreciendo un 2,15% TAE a un año y Pibank remunera con un 2,01% TAE por el mismo plazo.

¿Cuál es el que más paga?

La plataforma online Raisin permite acceder a depósitos de otros países de Europa, todos ellos protegidos por un fondo de garantía de depósitos. El banco italiano Banca Sistema y el eslovaco Privatbanka pagan una rentabilidad del 3% TAE a un año. Para una inversión de 50.000 euros, al cabo de un año el cliente ganaría 1.500 euros brutos. Es lo máximo que se puede conseguir sin invertir en otros productos con más riesgo.

¿Puede impactar en la reputación de los grandes bancos?

Ese temor al menos existe. Los banqueros están preocupados por si Pedro Sánchez abre un nuevo frente con el sector por la baja rentabilidad de los depósitos tras el pacto forzado en hipotecas y el impuestazo. El Gobierno, de hecho, lo usó como uno de los argumentos para justificar el nuevo gravamen para recaudar unos 3.000 millones de euros entre 2023 y 2024.