Acaba de entrar en vigor, pero cada vez son más las voces que apuntan a que será irreversible. El plan inicial del Gobierno pasa por que el impuesto a la banca para recaudar unos 3.000 millones de euros sea extraordinario hasta 2024, incluido, pero los inversores ya descuentan que se hará permanente, como advierte Banco Santander en un reciente informe distribuido entre clientes, al que ha tenido acceso Vozpópuli.

"Desafortunadamente, creemos que es probable que el mercado asuma que este impuesto será permanente en lugar de tener una duración de dos años según lo establecido por el Gobierno", señala el equipo de renta variable de Santander. El 'impuestazo' gravará el 4,8% de los ingresos típicos y de los obtenidos en la venta de productos financieros como los seguros y los fondos de inversión.

En el informe, firmado por los analistas Ignacio Mendez, Patrick Lee y Alberto Erhardt, Santander se refiere al nuevo impuesto como la "mayor sorpresa negativa" para el sector bancario en España en 2022. Hay que recordar que Pedro Sánchez anunció sin previo aviso a los banqueros la nueva tasa en julio, un plan con el que había amagado en 2018 cuando llegó a La Moncloa.

El departamento de análisis de renta variable de Santander estima que el gravamen se comerá alrededor del 8% del beneficio tanto en 2023 como en 2024.

Compromiso para revisar si hacerlo permanente

En el seno del Banco Central Europeo (BCE), que advirtió sobre los efectos en el crédito del 'impuestazo', se empieza a descontar desde hace meses que será irreversible. Se considera, como publicó este medio, que el gravamen a los bancos se convertirá en una de las palancas para sostener los ingresos del Estado, que afronta una previsible caída de la recaudación por la desaceleración económica y tras detectarse un crecimiento "inexplicable" tras la era Covid, como trasladas fuentes cercanas al supervisor único. El Gobierno se ha comprometido a examinar a finales de 2024 si conviene hacer permanente el gravamen.

Al margen del 'impuestazo', Santander augura que las subidas históricas del precio del dinero en Europa, de 250 puntos básicos en menos de medio año, deberían elevar un 53% el margen de intereses de los bancos en España. Los analistas del Santander asumen que la repreciación de los depósitos tardará en llegar, como pronto a finales de 2024 y solo para el 30% del ahorro total.

¿Pagar por los depósitos?

De hecho, prevé que los ingresos del negocio típico del sector suban en unos 7.800 millones de euros en los dos próximos dos años. Asume que unos 265.000 millones de depósitos se pagarán a un interés medio del 2,85%, lo que provocará la salida de unos 7.500 millones de los ingresos extra para remunerar a los clientes. Estas cifras tienen en cuenta a los cinco grandes bancos (CaixaBank, BBVA, Sabadell, Bankinter y Unicaja), sin incluir a Santander para evitar conflicto de interés. En cualquier caso, el título del apartado dedicado en el informe a las rentabilidades de los depósitos es significativo: "Repreciación de los depósitos: despacito". Esta última palabra sin traducir en el informe escrito al completo en inglés.

Para los analistas de Santander, el sector bancario español será el que más se beneficie en Europa por el nuevo escenario de tipos altos. Pese a incentivar la venta de hipotecas ligadas a tipo fijo en los últimos ocho años, el 60% de la cartera hipotecaria de los bancos españoles dependen de la evolución del euribor, que ha superado el 3% y apunta a situarse al 4%, como consideran algunos expertos.

"Las subidas de tipos fueron el tema principal del sector en 2022 y, a pesar del escepticismo inicial, todo el mundo ahora está de acuerdo en que se debería ver un incremento sustancial en el margen de intereses", esgrimen los analistas del Santander.