Santander presentó ayer ante los inversores su nueva hoja de ruta, pero también sacó pecho de su estrategia en los últimos tres años. En un momento en el que se espera un repunte de la mora por la inflación y la caída de la actividad, el banco ha recortado en 6.000 millones de euros su cartera de hipotecas de más riesgo desde 2019 en España. Se trata de los préstamos para comprar viviendas en los que el banco financia más de un 80% del valor del inmueble.
Esta ratio, conocida por sus siglas en inglés LTV, mide el porcentaje entre la cantidad del crédito y el valor del inmueble que se utiliza como garantía. Se utiliza como un indicador clave para calcular el riesgo de conceder una hipoteca y cuanto más bajo, mejor será la calidad del préstamo y por tanto, menos riesgo de que el deudor impage sus cuotas.
Con un ritmo anual de reducción de 2.000 millones desde 2019, la filial española ha rebajado su perfil de riesgo y las hipotecas con una ratio LTV superior al 80% apenas representan una sexta parte de la cartera. Ha pasado de suponer un 25% en 2019 al 16% a cierre de 2022, según desveló ayer José García Cantera, director financiero del grupo, durante el Investor Day en Londres.
El director financiero concretó que las hipotecas del banco en España financian una media del 62% del valor del inmueble, cuando hace tres años esta ratio se acercaba al 70%. Cantera advirtió, no obstante, que la entidad es "especialmente" sensible a la evolución de la tasa de paro, que cerró en 2022 por encima del 13%, y que sería la variable más importante en la que se pondrá a prueba la capacidad de pago de los hipotecados.
Más morosidad en el sector
Los expertos prevén que la tasa de morosidad de los bancos en general repunte en los próximos trimestres. Los impagos llegarían primero por parte de las pymes y después de las familias. Pero, no obstante, la subida de la mora no será muy abrupta, como aseguran fuentes de distintas entidades. En el caso de Santander, la morosidad de la filial española está controlada en el 3,21%, ligeramente por encima de la media del grupo (3,08%).
Las familias tienen cada vez más difícil llegar a fin de mes. La inflación no da tregua pese a la rebaja del IVA en algunos alimentos como el pan y la leche. El dato adelantado del IPC indica que creció un 6,1%, la segunda alza por segundo mes consecutivo.
A la crisis de precios se suma las hipotecas más caras y que, precisamente, es consecuencia de la cruzada del Banco Central Europeo (BCE) por tratar de contener la inflación. El euríbor a doce meses, el principal indicador en España para calcular las hipotecas, sigue imparable y cerró febrero en una tasa media superior al 3,5 %, la mayor desde noviembre de 2008. Este aumento supondrá un nuevo encarecimiento de las cuotas de estos créditos de hasta unos 600 euros mensuales.
Y puede ir a más. Los expertos, como el departamento de análisis de mercado de Bankinter, prevén que el euribor llegue al 4% este mismo año, como consecuencia de nuevas subidas del precio del dinero por parte del Eurobanco, que podría elevar los tipos del 3% actual a cerca del 4%.
El mercado acogió ayer con una subida del 4,79% los anuncios en el Investor Day de Santander, que subirá el 'pay out' (porcentaje del beneficio destinado a dividendos) del 40% actual al 50%, en línea con el resto de competidores españoles. También se ha marcado un objetivo de rentabilidad sobre patrimonio tangible (Rote) de entre el 15% y el 17% para antes de 2025, desde el 13,4% con el que cerró 2022.