Fuerte revisión a la baja del Banco de España (BdE) sobre las previsiones económicas para el próximo año. El supervisor bancario espera ahora que la economía crezca un 1,4% en 2023, lejos del 2,8% que pronosticó en junio y del 2,1% que el Gobierno acaba de revisar en el cuadro macroeconómico. De esta forma, deja en papel mojado las previsiones que sustentan los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año.

"La persistencia de tasas de inflación elevadas, el endurecimiento de las condiciones financieras y las prolongadas distorsiones de la oferta han conducido a un empeoramiento de las perspectivas de corto plazo", explica el BdE, apuntando también que "más allá de los trimestres más inmediatos, la evolución económica depende crucialmente de los desarrollos de la guerra en Ucrania".

El Banco de España explica que la economía comenzó a desacelerarse en el tercer trimestre de este año, pero aún así cree que el Producto Interior Bruto (PIB) crecerá un 4,5% en 2022, cuatro décimas más de lo anticipado en junio, gracias al mayor dinamismo de la actividad en el segundo trimestre. "Se espera que el PIB de la economía se desacelere hasta el 1,4% en 2023 y retome un mayor dinamismo en 2024, avanzando un 2,9%", añade.

Ángel Gavilán, director general de economía y estadística, ha destacado que "el nivel de actividad prepandemia lo recuperaremos un poco más tarde de lo esperado en junio, a principios de 2024". En todo caso, esta desaceleración de la actividad que estamos observando puede ser transitorio y no tener un impacto estructural en las dinámicas de la economía española a futuro, pues la senda converge al final de la proyección con la que teníamos en junio.

Una inflación del 5,6% en 2023

Por su parte, tal y como había avanzado el gobernador, Pablo Hernández de Cos, se revisa al alza el ritmo de avance de los precios a lo largo de todo el horizonte de proyección, de forma que se contemplan tasas de inflación "significativamente más elevadas y persistentes que las anticipadas unos meses atrás", pese a que las medidas del Gobierno estarían reduciendo esa inflación en 3 puntos porcentuales, según el BdE.

En particular, se prevé una inflación media en 2022 del 8,7% (frente al 7,2% de junio), que se moderará gradualmente hasta el 5,6% y el 1,9% en 2023 y 2024, respectivamente. El crecimiento de la inflación para 2023 es significativo, pues en junio calculaba que la media se situaría en el 2,6%.

En todo caso, "estas perspectivas acerca de la evolución de la inflación en nuestro país también están sometidas a una extraordinaria incertidumbre y dependerán, entre otros aspectos, de la trayectoria de los precios de las materias primas y de la reacción de los salarios y de los márgenes empresariales ante el aumento de los precios de consumo y los costes de producción".

El BdE también cree que la actividad económica podría mostrar un mayor dinamismo a partir de la próxima primavera. "A lo largo de 2023, se contempla una moderación progresiva de los precios de los bienes energéticos y alimenticios, una mitigación muy gradual de los cuellos de botella y de las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, y una traslación contenida de los aumentos de los costes a los precios finales de los productos y a las demandas salariales", explica.

En su opinión, también contribuiría a esta reactivación económica en nuestro país un mayor despliegue relativo de los proyectos de los fondos europeos. El propio Gobierno supedita gran parte del crecimiento económico de 2023 a la inversión empresarial, con el impulso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia al que están asociados estos fondos.

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