Bankia ha ganado 431 millones en este semestre. Un 44,5% más que en idéntico periodo de 2013. Es la entidad que gana más dinero en España en estos primeros seis meses. Es la herencia de haber recibido 17.959 millones en mayo de 2013. Le suma todo lo bueno del escaso negocio bancario actual, además de los beneficios de la millonaria inyección de capital, y no le resta todo lo malo, el ladrillo tóxico, traspasado a la Sareb. La ayuda vino acompañada de una serie de restricciones hasta 2017 que José Ignacio Goirigolzarri negociará con Bruselas para que queden eliminadas en 2015.
El plan de reestructuración, negociado entre Bruselas, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y el nuevo equipo gestor de Bankia, contempla la posibilidad de revisar las limitaciones comerciales impuestas a la entidad en 2015, siempre que se hayan cumplido las condiciones impuestas a cambio de los 18.000 millones del rescate bancario. Goirigolzarri y su equipo tienen previsto ejercer esa opción para eliminar estas restricciones y poder competir en igual de condiciones frente al resto de entidades de la gran banca.
"Hemos efectuado ya la reestructuración de plantilla y de red y se cerrará el año con una desinversión del 90% del negocio 'non-core'. Tenemos un plan de reestructuración que llega hasta 2017, pero haremos un test en 2015 para ver cómo van las cosas", explicó José Sevilla, consejero delegado de la entidad, durante la presentación de resultados de la entidad, sin desvelar que Bankia realizará esta negociación con Bruselas.
"Las limitaciones remanentes que nos quedan del negocio nos afectan poco", asegura Sevilla. A día de hoy, Bankia tiene vetada la financiación al sector promotor; no puede elevar su cartera crediticia de los 125.000 millones, por lo que queda limitado a una expansión del crédito; se ha quedado sin oficinas en determinadas ciudades, incluso en islas como Menorca o alguna canaria, uno de sus territorios de origen por CajaCanarias; además de la reducción de red, cuenta con 28 oficinas en situacion de liquidación, es decir, que no pueden hacer nuevo negocio; no pueden hacer ofertas comerciales agresivas. En cuanto a las retribuciones, sus directivos están topados en la barrera de los 500.000 euros anuales por haber recibido ayudas de Estado, una condición nacional y comunitaria.
Todas estas limitaciones lastrarán la cuenta de resultados de Bankia en el futuro si se reactiva el negocio bancario, de ahí que el equipo gestor quiera librarse de estos vetos para poder tener la misma potencia comercial que el resto de competidores. Pese a estas restricciones, Bankia aspira a captar 20.000 clientes mensuales a final de año. La media en estos seis primeros meses es de 13.000 nuevos clientes al mes. "Estamos mejorando el ritmo de captación de clientes pero yo no veo que eso sea competencia desleal. Al revés, estamos trabajando con una serie de limitaciones que nos puso Europa a cambio de recibir ayudas de Estado", se defendió Sevilla.
Abanca podrá conceder crédito al ladrillo, tendrá más plazo para vender sus participadas industriales y ha sorteado la limitación retributiva a los consejeros
Este ritmo de nuevas incorporaciones han devuelto a Bankia, en determinadas magnitudes, a niveles previos al cierre de sus 1.100 oficinas. Un buen síntoma de la gestión del equipo de Goirigolzarri. A cierre del pasado junio, la entidad cuenta con más depósitos de clientes (92.255 millones frente a 91.678 millones) que hace un año, principalmente por el crecimiento en cuentas a la vista y de ahorro. Por primera vez, desde la reestructuración, Bankia ha logrado un saldo positivo en la evolución del saldo de las tarjetas de crédito. Sin embargo, la cuenta de resultados de Bankia, pese a su crecimiento en beneficios, sigue cimentándose en una estructura con poca aportación del negocio tradicional, a pesar de haber reducido la aportación de los extraordinarios que aporta el ROF (resultado por operaciones financieras). Un síntoma común en el resto de entidades españolas.
Precisamente, para mejorar los márgenes del negocio tradicional, Goirigolzarri y su equipo consideran decisivo poder quitarse de estas restricciones. Un objetivo que ya ha conseguido Juan Carlos Escotet, nuevo dueño de Novagalicia, ahora Abanca, como adelantó Vozpópuli a principios de mes. Las mejoras se han centrado en cinco grandes puntos. De una parte, Escotet ha conseguido paralizar el actual expediente de regulación de empleo (ERE). Bruselas exigía un recorte de plantilla y cierre de oficinas que motivaron el ERE aún en vigor. Para cumplir con esas exigencias, Abanca aún tendría que cerrar otros 80 oficinas y provocar la salida de 300 trabajadores. Sin embargo, las negociaciones entre Bruselas, FROB y Escotet se han cerrado con un enorme respiro para la plantilla. Abanca no sólo no tendrá que cerrar más oficinas sino que Bruselas le ha permitido poder abrir más sucursales fuera de su territorio de origen siempre que la entidad mantenga un determinado ratio de eficiencia. Hasta la fecha, Bankia tiene limitado el número de oficinas, tras el último ajuste dirigido desde Bruselas. De tal manera, que si Bankia quisiera abrir una nueva sucursal sería a costa de cerrar otra.
Además, la Comisaría de la Competencia ha dado luz verde para cambiar la consideración de las poco más de 30 oficinas que Abanca tiene diseminadas fuera de Galicia, Asturias y León. Hasta la fecha, esta mini red estaba compuesta por lo que se conoce como oficinas liquidadoras. Estas sucursales tenían vetadas la posibilidad no sólo de captar nuevos clientes sino de generar nuevas operaciones. Su mandato, a raíz del plan de liquidación, se centraba en mantener el negocio que tenían en ese momento. A partir de ahora, podrán comenzar a operar con total normalidad.
Las intenciones de Escotet, según ya ha trasladado internamente, es comenzar a ampliar plantilla a finales del próximo ejercicio o principios de 2016. También en el medio plazo, pero sin fecha, los nuevos dueños tienen previsto sacar al mercado un pequeño paquete de Abanca.Escotet no ha precisado qué porcentaje saldrá a Bolsa, aunque fuentes del sector no dudan que será el suficiente para poder recuperar parte de la inversión realizada por la compra de Novagalicia. Bruselas también ha abierto la mano en las restricciones a la concesión de crédito. La resolución de Bruselas también ha variado las condiciones para la desinversión de las participaciones no financieras de Abanca hasta 2015, frente al calendario inicial de 2015.
Por último, la venta ha permitido a los nuevos gestores sortear la limitación de 300.000 euros anuales impuesta para los gestores de todas entidades que han sido nacionalizadas. De hecho, la primera medida del nuevo consejo ha sido elevar hasta 600.000 euros el sueldo de los principales ejecutivos.