"Apostaremos por la celebración de grandes acontecimientos culturales y deportivos en España", asegura el Partido Popular en uno de los 10 puntos sobre turismo que incluye en su programa para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. Los populares parecen insistir de esta manera en proyectos que quedaron a medias como fueron las sucesivas candidaturas fallidas de Madrid 2012, Madrid 2016 y Madrid 2020 para los Juegos Olímpicos, y que han generado un gasto, según algunos estudios independientes, de aproximadamente 9.000 millones de euros, una cifra similar a la gastada por Londres en los JJ.OO. sí celebrados de 2012.
El partido que gobierna prefiere no prometer cosas concretas como la creación de un IVA turístico reducido hasta el 4% tal y como propone el sector. Ya en 2012 hubo de enmendar su promesa de bajar el impuesto al turismo y acabó subiendo el IVA reducido de transportes, hoteles y restaurantes del 8 al 10%, subiendo hasta el 21% para discotecas, parques temáticos y campos de golf. Por ello los populares prefieren prometer simplemente "mejorar la fiscalidad" del sector y reducir sus cargas administrativas. Concretamente prometen mejoras fiscales "a aquellas pymes turísticas que reinviertan sus beneficios en ámbitos que potencien su competitividad y la de los destinos turísticos".
Estas son las ideas más concretas de los populares acerca de la llamada 'primera industria española' (un 11% del PIB). La formación de Mariano Rajoy también apuesta por seguir reforzando la 'marca España' en el extranjero, por promover turismos "con potencial desestacionalizador" como el cinegético, el ecuestre o el deportivo y por facilita la concesión de visados turísticos en los consulados.
PSOE y la coordinación territorial
La descoordinación entre las distintas administraciones territoriales en temas regulatorios parece ser una de las principales inquietudes en este tema del PSOE, recogiendo así reivindicaciones de las propias patronales que turísticas que llevan años denunciando esta situación. El programa del partido de Pedro Sánchez propone una "estrategia turística global", además de revisar los criterios para el "reconocimiento de municipios turísticos". Los socialistas creen que ha habido "una desmedida proliferación" de marcas turísticas y apuestas por una nueva estrategia de marketing de España acordada con el sector, algo similar a la 'marca España' que ha trabajado durante esta legislatura el ejecutivo del PP. Los socialistas piden actuar "en base a productos y segmentos de demanda". Para las oficinas turísticas en el exterior, los socialistas proponen una reorganización "conforme a los nuevos objetivos y con una estructura y modelo de gestión más empresarial. Con mayor capacidad de vender servicios y generar ingresos". Es decir, convertir a las oficinas de turismo español en el extranjero en auténticas agencias de viajes. Curiosamente, la modernización de las oficinas de turismo españolas en el exterior también va incluida en el programa del PP.
Otra coincidencia entre la propuesta socialista y la popular corresponde al siguiente lugar común: "Promover el desarrollo de productos de mayor valor añadido y capacidad desestacionalizadora, como el patrimonio cultural y natural, con mayor potencial para atraer nuevos segmentos de demanda, de mayor poder adquisitivo y gasto". Lo mismo, dicho con otras palabras, que proponen los populares.
Podemos no sigue a Colau
Barcelona es la perla turística española y la ciudad más visitada por extranjeros del país con alrededor de 8 millones de visitantes foráneos en 2014, lo cual causa no pocos problemas a los vecinos. La alcaldesa Ada Colau ganó las elecciones de mayo con un programa que, entre otras cosas, prometía repensar el modelo turístico, limitar los apartamentos instalados en páginas como Airbnb y proteger más a los vecinos que se sienten acosados en su propia casa. Ha paralizado la concesión de nuevas licencias turísticas por un año mientras se regula cómo será el sector en el futuro.
Sin embargo, no hay ni rastro de propuestas turísticas en el programa de Podemos para las generales, que no incluye una sola referencia a turismo en ninguna de sus 325 páginas. Un caso extremo que parece obviar la importancia de las visitas de extranjeros en la economía, pues España es el tercer país más visitado del mundo (65 millones de turistas extranjeros tras Francia y Estados Unidos).
Ciudadanos y el control a Airbnb
El otro partido emergente, Ciudadanos, sí ha encontrado espacio en su programa para el turismo. Incluye 10 puntos, de los cuales la mayoría son generalidades y medidas poco concretas. De las más aprovechables, proponen "abrir la oferta y la promoción a países que hasta ahora no estaban en nuestro punto de mira con campañas muy particulares y ajustadas a su perfil". Esto es algo que ya llevan tiempo reclamando consultoras como Global Blue, que invitan a centrarse en el turismo de compras para atraer, por ejemplo, a los turistas superricos chinos. Los visitantes de aquel país no tienen ningún interés por las zonas de playa ni por ponerse morenos, sino por grandes ciudades y tiendas de lujo.
También destaca su intención de "ofrecer soluciones regladas al escenario de turismo colaborativo como reconocimiento de una realidad que necesita ordenamiento". Es decir, se regularían de forma nacional fenómenos como las casas de alquiler, algo que hasta ahora está cayendo en manos de comunidades y ayuntamientos, que están produciendo legislaciones muy diversas y en ocasiones contradictorias entre sí. El resto de medidas son poco destacables, algunas como potenciar TourSpain o invertir más en la promoción online en el extranjero de los destinos turísticos nacionales.