La filial del BBVA en los Estados Unidos ya no forma parte de los bancos demandados bajo el título III de la ley Helms-Burton. La familia de origen cubano que le acusaba de "traficar" con una entidad bancaria que les fue confiscada en Cuba tras el triunfo de la Revolución de 1959 ha decidido sacar del procedimiento a la compañía que preside Carlos Torres.
La demanda, presentada el pasado 24 de septiembre en un juzgado de Florida y a la que tuvo acceso Vozpópuli, incluía tanto al BBVA como al banco francés Société Générale, al canadiense Bank of Nova Scotia y al Banco Nacional de Canadá.
Sin embargo, el pasado 16 de julio la familia notificó su voluntad de continuar el pleito sólo con Société Générale e incluye a la también entidad gala BNP Paribas, según consta en los escritos consultados por este medio. No obstante, fuentes jurídicas recuerdan que en cualquier momento podrían restablecer a los bancos excluidos ahora de la demanda (BBVA, Bank of Nova Scotia y Banco Nacional de Canadá).
Por el momento, BBVA se libra de la amenaza de una multa multimillonaria. Los demandantes son los sucesores de los propietarios del Banco Núñez, el segundo banco nacional de Cuba en 1958, valorado en 7,8 millones de dólares. Además, contaba con 105 millones de dólares en activos, 51,5 millones en préstamos y 9,9 millones en efectivo, según alega la familia.
Los demandantes reclaman a los bancos demandados "por daños monetarios" los 7,8 millones de dólares que valía su propiedad cuando fue confiscada más un 6% de interés anual desde la fecha de confiscación hasta julio de 2019". Con estas condiciones, la cuantía rondaría los 35 millones de dólares, pero denuncian "daños triples", así que la cifra podría multiplicarse por tres, superando los 100 millones.
Tres 'victorias'
BBVA no es la única empresa española demanda bajo la Helms-Burton, al menos otras tres empresas se han visto amenazadas por esta espinosa ley, todas turísticas: NH, Meliá e Iberostar. Además, las aerolíneas Iberia y Air Europa también han recibido "avisos" previos a la demanda que, hasta donde ha podido saber este medio, no han ido a mayores.
Sin embargo, el pasado mes de marzo la familia que pleiteaba contra la NH también retiró voluntariamente la demanda. La hotelera se amparaba en la "falta de legitimación activa" al no haber una conexión en el tiempo entre la conducta de NH -que comenzó a gestionar este hotel en 2018- y el perjuicio del demandante -cuya concesión expiró en 1977-. Asimismo, alegaba que no está sujeta a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York al no desarrollar ninguna actividad en este país.
Por otro lado, la compañía que encabeza Gabriel Escarrer (Meliá) fue demandada también en los tribunales norteamericanos por sus hoteles en la isla, pero de igual forma, en enero la jueza encargada del caso excluyó a la hotelera después de que los demandantes decidiesen centrar el pleito en las compañías americanas. No obstante, esto no significa que la compañía no pueda volver a ser demandada en el futuro.
En cuanto a Iberostar, la compañía lleva seis meses en 'stand-by' a la espera de que la Comisión Europea se manifieste. Desde que se activó la polémica ley, Bruselas ha señalado que la existencia del Estatuto de Bloqueo blinda a las compañías ante cualquier demanda y los demandados no tienen obligación de responder pero, si lo hacen, deben contar con autorización previa de las autoridades europeas.