BBVA ha colocado este jueves una emisión de 2.000 millones de dólares (1.700 millones de euros) de deuda senior preferente en dos tramos, una con vencimiento a tres años y otra a cinco años, ambas registradas en la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), según fuentes financieras consultadas por Europa Press.
En concreto, en el tramo a tres años, con fecha de vencimiento en septiembre de 2023, se han colocado 1.200 millones de dólares (1.000 millones de euros), mientras que la emisión a cinco años, cuyo vencimiento está previsto en septiembre de 2025, se han colocado 800 millones de dólares (677 millones de euros).
La demanda ha llegado hasta un máximo de 5.000 millones y el libro se ha cerrado con órdenes por 4.500 millones, 2.500 millones para el tramo a tres años y 2.000 millones para el tramo a cinco, una buena acogida de los inversores que ha permitido rebajar el precio de salida.
Así, el tipo de interés ha quedado fijado en el tipo del Tesoro de Estados Unidos más un diferencial de 75 puntos básicos para el tramo a tres años (frente a un diferencial de salida de 100 puntos básicos) y un diferencial de 100 puntos básicos para el tramo a cinco (frente a un diferencial de salida de 125 puntos básicos).
Es la tercera vez que BBVA lanza una emisión con este formato, con registro en la SEC estadounidense, que permite la participación de inversores de Estados Unidos y del resto del mundo. Los colocadores de esta operación han sido el propio departamento de inversión de BBVA, así como JP Morgan, Crédit Agricole, Bank of America Merrill Lynch, Credit Suisse, Morgan Stanley y Wells Fargo.
Se trata de la séptima operación pública del año y la segunda en formato senior preferente, si bien es la primera emisión de deuda de este tipo en divisa dólar desde octubre de 2015.
El racional del lanzamiento es financiero, ya que permite obtener un precio atractivo en comparación con el euro, además de que diversificará la base inversora de la financiación del grupo, y regulatorio, debido a que sirve para optimizar la ratio MREL. Estas emisiones lograrán paliar la pérdida de cómputo en la ratio MREL de las dos emisiones senior preferente que en el primer semestre de 2021 entrarán en su último año de vida.