La filial suiza de BBVA ha pactado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos pagar una multa de unos 10 millones de dólares (alrededor de 8,8 millones de euros) para cerrar una investigación sobre evasión fiscal, dentro del programa de regularización fiscal para los ciudadanos estadounidenses puesto en marcha por el fisco y los responsables de Justicia de ese país. BBVA ha sido uno de los bancos a nivel mundial que ha permitido a las autoridades estadounidenses conocieran si alguno de sus clientes norteamericanos habían evadido impuestos a través de cuentas opacas en el país helvético.
Los resultados de esta investigación concluyen que BBVA Suiza contaba con 138 cuentas de ciudadanos estadounidenses en las que existían posiciones que no se habían regularizado al fisco del país presidido por Barack Obama. De esta manera, las autoridades de este país han acordado una multa de 10 millones de dólares con BBVA. El banco presidido por Francisco Gonzále se adherió a la categoría 2 de este programa, en la que se incluyeron bancos que sospechaban haber tenido cuentas que podrían no haber sido declaradas en Estados Unidos por sus titulares, sin el conocimiento ni la voluntad del banco. En caso de confirmarse la irregularidad, las entidades se exponían al pago de una multa pero evitan un proceso penal con el Departamento de Justicia norteamericano. Este es el caso de BBVA.
Casi un centenar de entidades se han adherido al programa en la categoría 2, como hizo BBVA Suiza SA en diciembre 2013. De ellas, hasta la fecha, un total de 42 han firmado acuerdos con el Departamento de Justicia y han acordado pagar alrededor de 365 millones de dólares como compensación.
BBVA se ha encuadrado dentro del Grupo 2 de este programa. El total de entidades adscritas en esta categoría han pagado un total de 365 millones al fisco norteamericano en multas
En el marco de este programa, la filial suiza del banco azul ha realizado un análisis exhaustivo de cada una de las cuentas abiertas relacionadas con personas físicas y jurídicas estadounidenses entre agosto de 2008 y diciembre de 2014. La entidad ha finalizado el proceso mediante la instrumentación de un Non Prosecution Agreement (NPA), un acuerdo de no procesamiento, tras detectar 138 cuentas (un 1,7% del total) relacionadas con contribuyentes americanos, y fondos depositados por valor de 157 millones de dólares.
El programa tiene cuatro categorías. La 1 corresponde a las entidades a las que el Departamento de Justicia de Estados Unidos había abierto una investigación criminal. La 2 es a la que se han acogido el mayor número de entidades, y a cambio de compartir la información y enfrentarse a posibles sanciones, se eliminan potenciales investigaciones criminales. La 3 es para entidades que pueden demostrar que ningún cliente americano evadió impuestos. En esta categoría se encuentra el Santander. Es complicado para entidades globales pues puede haber sucedido sin su conocimiento. La 4 es para bancos puramente locales.
Hasta la fecha, de los procesos penales abiertos con las autoridades estadounidenses (Categoría 1) siete casos se han resuelto con el pago de multas por valor total de 3.870 millones de dólares. Entre ellas, Credit Suisse, con 2.814 millones de dólares.
El 29 de agosto de 2013, el gobierno de Suiza y el Departamento de Justicia norteamericano firmaron un acuerdo por el cual animaban a todos los bancos helvéticos, o las filiales en Suiza de los grandes bancos internacionales, a adherirse a un programa de colaboración para evitar la evasión fiscal de sus clientes norteamericanos. Los bancos han tenido que contratar abogados, asesores independientes, auditores para revisar sus cuentas con titulares estadounidenses, una a una, desde 2008 hasta ahora.