El Gobierno quiere que las personas trabajen más años en España y pospongan voluntariamente el momento de la jubilación. Y el Servicio de Estudios del BBVA (BBVA Research) tiene la receta para conseguirlo: hay que ofrecer a los trabajadores más mayores una rebaja de la fiscalidad para que quieran seguir trabajando y aportando al sistema. Con una medida así se podría conseguir un aumento no forzoso de la edad de jubilación, que hasta hace poco estaba en 65 años y que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero elevó a 67 años.
Esta medida podría unirse a otra que también comparte el banco y que el propio Gobierno ha puesto sobre la mesa: generalizar la posibilidad de simultanear la percepción de pensión con el desempeño de un puesto de trabajo. Desde 2013, se puede compatibilizar el cobro del 50% de la pensión con un trabajo y probablemente el porcentaje se elevará al 100% en la próxima reforma.
En realidad, el banco hace estas propuestas en el marco de una reforma integral del mercado de trabajo para mejorar la creación de empleo, clave para el sistema de pensiones. Dentro de esta reforma integral y como ya hemos contado en alguna ocasión, BBVA defiende una devaluación fiscal basada en una reducción de 2,3 puntos en las cotizaciones sociales y una subida de 2 puntos de impuestos indirectos. A su parecer, una medida así permitiría crear 200.000 puestos de trabajo a tiempo completo y elevar el PIB un 0,7% a medio plazo.
Prestaciones
Y es que, a su juicio, el sistema fiscal español no incentiva la creación de empleo. En parte porque en España pesan más las cotizaciones que en otros países y menos los impuestos indirectos, lo que encarece el empleo y limita la competitividad. ¿Por qué? Porque las cotizaciones elevan el coste de producción y los precios de los bienes de origen doméstico, incluidas las exportaciones, mientras que los impuestos indirectos gravan los productos que se consumen internamente, incluidos los importados, pero no a las exportaciones.
Las propuestas no acaban ahí. Otra de las ideas afecta directamente a las prestaciones por desempleo y está relacionada con su duración, no con la cuantía. BBVA cree que se podría establecer una regla automática que vinculase el tiempo máximo de percepción de una prestación de este tipo a la evolución de algún indicador del mercado de trabajo, como sucede en Canadá. Hace unos meses os explicamos ya esta propuesta con detalle.
BBVA es partidario de evolucionar hacia un sistema de cuentas nocionales, similar al de Suecia
Con este tipo de iniciativas, el banco quiere poner fin a las deficiencias del mercado laboral y mejorar la capacidad de crear empleo en España, algo fundamental para las pensiones. Y es que, como dice la ministra de Empleo, Fátima Bañez, en todas sus intervenciones públicas, el empleo es la principal garantía de un sistema de reparto como el español.
En cualquier caso, BBVA lleva tiempo defendiendo la evolución hacia un modelo de pensiones basado en cuentas nocionales, como el implantado en Suecia, Letonia y Polonia. También se basa en el reparto intergeneracional, pero a través de cuentas individuales. Es decir, que los trabajadores abonan las pensiones del momento con sus cotizaciones, como en España, pero la pensión se calcula de forma diferente por la existencia de esas cuentas.
Aquí, la prestación se calcula combinando el número de años cotizados con las aportaciones realizadas durante los últimos 25 años. Y las pensiones están limitadas por arriba y por abajo. En el sistema de cuentas nocionales, en cambio, se abre una cuenta ficticia a cada persona que se incorpora al mercado laboral y le va acompañando a lo largo de su vida. En ella se anotan las cotizaciones sociales que realiza y cuando se jubila se calcula la prestación en función de todas las aportaciones.
Pacto de Toledo
No solo el BBVA defiende este sistema, el debate ha llegado incluso al Pacto de Toledo, que trabaja para presentar sus recomendaciones para la reforma en el mes de junio. Quizá las cuentas nocionales no figuren en estas recomendaciones, pero sí es posible que los grupos acepten la propuesta de rebajar la fiscalidad a los trabajadores de más edad para intentar que trabajen unos años más. Todos comparten la idea de prolongar la vida laboral, eso sí, de forma voluntaria.
Sin embargo, otros organismos van un poco más allá y creen que también habría que aumentar de nuevo de forma obligatoria la edad de jubilación hasta dejarla en el entorno de los 70 años. El propio gobernador del Banco de España, Luis María Linde, hizo esta propuesta cuando compareció en la Comisión del Pacto de Toledo del Congreso. Pero lo cierto es que será más complicado consensuar una iniciativa de este tipo.