Economía

El bitcoin fracasa en su intento de llegar a las calles madrileñas

El bitcoin, la moneda digital que llegó a nuestros oídos en 2009, también logró llegar a las calles madrileñas en 2014 mediante la "Calle Bitcoin", una iniciativa que impulsó este método de

El bitcoin, la moneda digital que llegó a nuestros oídos en 2009, también logró llegar a las calles madrileñas en 2014 mediante la "Calle Bitcoin", una iniciativa que impulsó este método de pago en varios establecimientos de la calle Serrano donde, sin embargo, a día de hoy apenas queda rastro de la "Milla de Oro" digital.

El bitcoin es una divisa digital que vio la luz en 2009; tiene las mismas funciones que el euro o el dólar -intercambiar bienes y servicios- pero con la diferencia palpable de que no es una moneda física, sino electrónica, que permite realizar transacciones de una cuenta a otra mediante un monedero que también es digital, como un teléfono móvil o un ordenador.

En 2014 un grupo de expertos voluntarios en esta materia decidieron seguir la experiencia estadounidense de introducir el pago con esta divisa en comercios a pie de calle, y así surgió la iniciativa "Calle Bitcoin" en Serrano, que logró convertirse en la calle más larga de Europa que aceptaba esta moneda en varios de sus establecimientos.

Uno de los impulsores de esta iniciativa, Félix Moreno de la Cova, explica a Efe que en 2014 "los comercios estaban bastante abiertos al tema", unos veinte establecimientos se unieron a la iniciativa, por lo que para el economista y experto en bitcoin, "en ese sentido, fue un éxito".

Restaurantes como el mesón ibérico Cinco Jotas, el Hard Rock Café de la Castellana o el Asador de Aranda de Diego de León, aceptaron la propuesta; también tiendas como Ágatha Ruiz de la Prada, Carolina Herrera o Loewe se sumaron a la iniciativa, incluso otros establecimientos como hoteles o despachos de abogados.

La iniciativa no ha tenido éxito

Aunque esta extensa lista de comercios estén marcados e identificados en "coinmap.org", una de las principales páginas a nivel global que indica en qué comercios se puede utilizar la divisa, la realidad fuera de la nube es otra, ya el personal de los establecimientos asegura que ya no acepta esta forma de cobro.

"Se hizo una prueba, pero no se llegó a cobrar a ningún cliente", señala a Efe una trabajadora de Ágatha Ruiz de la Prada; en el caso de Loewe aseguran que "nunca" han trabajado con bitcoins; en la cafetería Villalar recuerdan la experiencia con criptomonedas, pero admiten que desde hace años no lo utilizan "porque ya nadie paga con ello".

Las respuestas se vinieron repitiendo en Carolina Herrera, Loewe, Prada, el Jardín de Serrano, el hotel Petit Palace Embassy Serrano o la franquicia Tommy Mel's, todos ellos, establecimientos señalados en el principal mapa de comercios que aceptan bitcoins como forma de pago.

Uno de los pocos supervivientes de esta efímera forma de cobro, el restaurante 'Do eat!' de la calle María de Molina, aún acepta la moneda, según han señalado a Efe, aunque en lo que llevan de año "nadie ha pagado así"; al ser preguntados por cifras de años anteriores aseguran que "como mucho, dos personas al año" han utilizado esta forma de pago.

En opinión de Alberto Gómez Toribio, otro de los impulsores de la iniciativa "Calle Bitcoin", una de las causas de que la iniciativa no se haya mantenido en los comercios es el "encarecimiento de las comisiones al realizar las transacciones", aunque estas comisiones afectan únicamente al cliente, por lo que para los comercios el cobro con bitcoin "supone una ventaja".

Para Moreno de la Cova este fracaso se debe a que "los números no salen para el comercio local; no porque haya un coste, sino porque tienes que enseñar al personal a cobrar en bitcoin". Según el economista, la solución para que la moneda digital funcione a pie de calle es "más masa crítica"

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