La capacidad de ahorro de los españoles se ha reducido notablemente este año, después de que se levantara el estado de alarma y las restricciones se hayan flexibilizado, e incluso desaparecido en algunas comunidades autónomas. En concreto, un 66% de las familias ahorraron menos en 2021 que en 2020, pasando de un 18% a sólo un 6%, según se desprende del II Estudio de Asufin sobre la situación financiera del país.
La recuperación económica, en circunstancias normales, tras una crisis, suele llevar consigo un incremento de la renta disponible, pero se está viendo en la evolución del ahorro lo diferente que ha sido la crisis producida por la covid-19.
Por un lado, se produce una caída muy importante del porcentaje de ciudadanos que ahorraba más, mostrando como buena parte del ahorro había sido “forzoso” y una mayor normalidad impulsa a gastarlo. Así, un 14% de los encuestados por Asufin se mantiene igual, consigue ahorrar, pero no aumenta su capacidad para hacerlo. La mayoría, un 39% declara que no consigue ahorrar, lo que supone una ligera caída del 1,3% con respecto al año anterior cuando esta cifra se situaba en un 40,3%.
La única variable que crece es los que utilizan toda su renta disponible para vivir, con un crecimiento muy importante, del 23,4%, en 2020, al 41%, en estos momentos. Esto demuestra que se está trasladando al consumo el dinero ahorrado en los meses anteriores. Pero opera como condicionante de cara a los próximos meses por el efecto inflación o subida de precios, dado que obligará a un mayor esfuerzo financiero.
Menos posibilidad de ahorro en las mujeres
Con respecto al ahorro por género, es menor en el caso de las mujeres que logran ahorrar más, un 5,4%, frente al 6,4% de los hombres. El porcentaje de las mujeres que no tienen capacidad para hacerlo y lo destinan todo para vivir, un 42,8%, es superior al de los hombres, un 38,4%.
Además de los colectivos desempleados que señalan unos porcentajes mínimos (0,4% si no tienen prestación y 1,6% con prestación), muestran tasas muy bajas los estudiantes (2,5%) y autónomos (3%). En el lado contrario, están los trabajadores por cuenta ajena con un 7,5% y los trabajadores en ERTE con un 6,8%. Le siguen ya más lejos los pensionistas con un 5,3%.
Estos últimos aún teniendo unos ingresos asegurados, se antojan insuficientes, si se tiene en cuenta que al 5,3% hay que sumar otro 15,1% que se mantiene igual, quedando un 79,3%, casi 8 de cada 10 que declara que no puede ahorrar, destacando un 50 que afirma no consigue ahorrar ni ahora ni hace seis meses mientras otro 29,3% que afirma que el dinero destinado para el ahorro lo emplea para vivir.
Por edades, son las generaciones de los extremos -jóvenes y mayores- las que tienen más problemas a la hora de ahorrar. Si se suma los que no consiguen ahorrar y los que están destinando estos fondos para el día a día, da como resultado que un 82,6%, entre 26 y 35 años, un 80,7%, entre 18 y 25 años y un 80,4%, entre los mayores de 65 años no tienen capacidad para el ahorro.
Aunque estos colectivos tengan algunas partidas de gasto muy diferentes, se puede percibir que coinciden en un punto en común, tener ingresos insuficientes. En el lado contrario, el grupo de edad que ahorra más es el de 46 a 55 años, el más cercano a la edad de jubilación, que además de alcanzar un 22,2%, un 7,2% señala que ha aumentado su ahorro en los últimos seis meses.
