La tensión que se vive en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) como consecuencia del conflicto catalán no termina de mitigarse. Ni mucho menos. La Junta Directiva de la patronal se ha reunido este miércoles para debatir sobre las consecuencias económicas del desafío independentista y ha emitido un comunicado en el que ha expresado su "apoyo incondicional" a todas las instituciones del Estado "en sus esfuerzos para el restablecimiento de la legalidad en Cataluña". Como ocurrió tras la anterior Asamblea del organismo, en septiembre, las organizaciones críticas con Juan Rosell le han acusado de "suavizar" el escrito.
A estas alturas, no es ningún secreto que federaciones territoriales como Madrid, Andalucía, Extremadura o Valencia se encuentran a una distancia considerable del presidente de la CEOE con respecto a este tema. Entre los críticos, han lamentado que la patronal no haya expresado con "mucha más firmeza" su defensa de la unidad de España y su rechazo a que el desafío del Govern pueda derivar en la concesión a Cataluña de privilegios que no tienen otras comunidades autónomas, lo que ocasionaría diferencias "injustificables", han precisado fuentes de la Junta Directiva, en declaraciones a Vozpópuli.
Estos informantes han asegurado que la reunión de este miércoles ha discurrido en un tono más distendido que la del pasado septiembre, en la que se escenificaron las diferencias que mantienen con Rosell algunos presidentes de las organizaciones territoriales. En esta ocasión, el debate se ha centrado en las consecuencias para la economía y las empresas españolas que ha generado la situación en Cataluña y ha habido consenso en la necesidad de que las aguas vuelvan a su cauce y la Generalitat retorne a la senda constitucional.
Durante el debate -siempre según estas fuentes presenciales-, se ha hecho hincapié en la necesidad de que la CEOE dejara clara su defensa de la unidad de todo el territorio español, algo que no expresa de esa forma el comunicado, que afirma lo siguiente: "El daño ha sido enorme, pero con el esfuerzo de todos debemos plantear los problemas y buscar soluciones para el conjunto de los ciudadanos sin olvidarnos de que nuestra gran apuesta de futuro es una Europa fuerte y unida, competitiva y socialmente cohesionada".
Entre los críticos, consideran que Rosell ha vuelto a evitar pronunciarse de forma tajante sobre este tema, al igual que hizo tras la reunión de la Junta Directiva del pasado septiembre y en las declaraciones que realizó posteriormente en la Cadena SER, en las que aseguró que "hay muchas vías intermedias entre la independencia y la sumisión total".
En opinión de estas federaciones, la patronal debería haber endurecido el tono contra la Generalitat, al igual que hizo Foment hace unos días, cuando emitió un duro comunicado en el que pidió a los políticos catalanes "que no avanzaran ni un paso más" en el incierto camino que habían emprendido. Otras fuentes cercanas al presidente han asegurado -con respecto a la polémica desatada en las últimas semanas con motivo del tema catalán- que la patronal siempre ha sido firme en su rechazo al proceso soberanista y en su defensa del imperio de la ley y que, por tanto, estas acusaciones no están fundamentadas.
Sea como fuere, lo cierto es que la distancia entre Rosell y algunas de las organizaciones territoriales con más peso en la Confederación ha aumentado considerablemente como consecuencia de este problema. Y no parece que se vaya a atenuar durante la recta final de su mandato.